- Hey - el peligris se volteo y miró al pelinegro- me gusta tu aroma. - ¿Mi aroma? - levantó una ceja. - Si, es muy rico - sonrió con algo de vergüenza - un omega con ese olor, debes tener muchos alfas tras de ti. El peligris abrió sus ojos y luego lo miró sin expresión. - Nadie se fijaría en un adefesio. Un omega un poco brusco, que busca sanar las heridas de un evento que lo marcó en su niñez y un alfa que sólo busca mimos de aquel omega, que ante sus ojos, es el gatito más hermoso que haya visto. -Omegaverse