Hanna Suzuki de verdad no esperaba que alguien se fijara en ella por sobre su habilidad maldita. Había pasado toda su corta vida ignorando los halagos y las curiosas miradas de demás hechiceros, le cansaba que fueran tan hipócritas como para olvidarse rápido de su deplorable pasado al frente suyo y luego comenzar a hablarlo a sus espaldas. Los chamanes son humanos al fin y al cabo, se repetía, no son más que porquería. O eso fue lo que creía, hasta que entró a estudiar al único colegio de magia de Tokio. ... -¡𝑀𝑖𝑒𝑟𝑑𝑎, 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑎𝑟𝑟𝑢𝑖𝑛𝑎𝑑𝑎!... ¡𝐴𝑐𝑎𝑏𝑎𝑑𝑎! Lloró un largo rato y volvió a observar los resultados de la prueba que se había comprado en la farmacia, positivo. Estaba embarazada, y el padre era nada más ni nada menos que su arrogante compañero albino de la escuela Jujutsu, Gojo Satoru.