Del amor al odio no hay más que un mordisco... Lan Wangji, es un hombre atormentado. Un Vanirio, un ser inmortal creado por los Dioses Escandinavos para proteger a los humanos de aquellos que no han sabido resistirse a la sangre y al poder. Ahora, ha llegado a Barcelona para dar con la extraña organización que está secuestrando y asesinando a todos aquellos que son como él. Busca venganza y no dudará en llevarse a Wei Wuxian el hijo del científico loco que está experimentando con los cuerpos de sus amigos. El será la respuesta a toda aquella red de sangre e injustificada violencia hacia los suyos. Wei Wuxian tendrá que pagar. Sin embargo, nunca imaginó que el joven se convertiría en su perdición. Wei Wuxian vivía su vida dentro de una apacible normalidad. Trabajaba en la empresa "familiar" como Relaciones Públicas, tenía un buen sueldo y quería con locura a su Huskie y a sus dos únicos amigos que mantenía desde la infancia. Además, se acababa de licenciar como pedagogo y le habían ofrecido un excelente trabajo en Londres en un proyecto de educación. Aquella era la oportunidad perfecta para huir de las garras de su padre Ruo Han, un hombre que no lo quería y que lo culpaba por la muerte de su madre, Wey Wuxian. Huiría de él, por fin. Lo que no podía imaginarse era que aquella misma noche, un hombre iracundo y terriblemente atractivo, lo secuestraría y lo introduciría a la fuerza en un mundo lleno de mitología, magia, clanes, sangre y colmillos.