Capítulo 11: Desatar las ataduras de nuestra vida

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(Mateo 16:19)

Jesús dijó claramente que todo lo que atemos en la tierra lo ataremos en el cielo y lo que desatemos en la tierra lo desataremos en el cielo, las ataduras son todos aquellos momentos difíciles de nuestro pasado que recordamos siempre y no nos permiten ser felices, se le llaman ataduras porque nos atan a la amargura, porque queremos avanzar pero como estamos atados no podemos.

Las ataduras nos hacen sentir que no somos libres, sus cadenas parecen irrompibles y pesadas y con ella la vida se torna oscura y triste, cuando llego Jesús a la tierra su propósito fue darnos la libertad y la salvación, cuando seguimos su vida al pie de la letra nos liberamos de todo lo que nos impide ser feliz.

¿Qué nos ata a la tristeza?

1) Miedo: vive sin temor a nada, es muchísimo más divertido perderse que jamás llegar, experimenta todo tipo de acciones siempre y cuando sean buenas para ti, si salen mal sencillamente aprendiste y tendrás una anécdota que contarle a tus seres queridos, recuerda que todo es pasajero y en cuanto menos lo imagines ya habrá pasado mucho tiempo y dirás "si yo lo hubiese hecho hace un tiempo".

2) Desconfianza: Nadie es más capaz que otra persona, las capacidades están en tu manera de pensar, con tus pensamientos eres tú mismo quien se crea las ideas de lo que tienes potencial para lograr, no escuches nunca las personas frustradas que te dicen que tú no eres capaz de lograr tus sueños, confía en ti y encomienda a Dios y a tus esfuerzos tus ideales y los cumplirás.

3) Baja autoestima: Cuando nos dejamos llevar por los estereotipos de belleza que nos impone los medios de comunicación o de modelajes nos decepcionamos de nosotros mismos por no tener las características similares a los de aquel estereotipo, Dios no definió un estereotipo de belleza porque todo lo que el creo fue lindo y bueno ante sus ojos, Dios no crea basura, la basura la crea el hombre con sus ideas, y nosotros somos hijos de Dios, por ello debemos amarnos a nosotros mismos, consentirnos, cuidar nuestro cuerpo y sentirnos bellos, ya que aquí está el secreto de ser felices y tener paz interior, si queremos amar a Dios también debemos amarnos a nosotros mismos, una vez que nos amemos estamos listos para amar al prójimo, y una vez amamos al prójimo Dios acoge nuestro amor.

4) Traumas: Perdonar nos hace libres, el rencor es la esclavitud del alma, es un proceso por el que todos en la tierra debemos superar ya que odiando es imposible entrar al reino de los cielos, parece difícil pero una vez que lo logras dices "siento como si me hubiese quitado una carga de encima", cuando le dices a una persona rencorosa que "perdone" la respuesta que te dará es "claro eso lo dices porque no fue a ti que te hicieron el mal", sin embargo todos debemos perdonar, los tres procesos para perdonar son: pedirle a Dios que nos de el valor de perdonar, pedirle perdón a esa persona, orar por esa persona (pedirle a Dios que la perdone, que la bendiga que le vaya bien en la vida), también perdónate a ti mismo, en cuanto comiences a orar por todos aquellos que te han hecho daño tú corazón será sanado y tendrás paz en tú corazón.

5) Fobias: Tenerle fobias a diversas cosas nos complica la vida, no nos permite amar el medio que nos rodea completamente, una fobia nos pone trabas entre la felicidad y nuestro corazón, las fobias nos convierte en personas discriminadoras y sin sentimientos, nos cohíbe de conocer a profundidad a una persona, raza o cultura, las fobia nos aparta de poder disfrutar una gran aventura o experiencia, es mejor amar sin limites, es mucho más sano, más divertido, trascendental y en vez de complicarnos la vida la gozamos.

6) Estrés: El estrés es la mamá de todas las enfermedades, del envejecimiento prematuro, es la hermana de la ansiedad y juntas se convierten en el veneno más peligroso que acaba con la vida de una persona lentamente, es la herramienta favorita de los demonios para fastidiar a los hijos amados de Dios, el secreto para no estresarnos y perder la paz es que sencillamente nos deje de importar las cosas, tranquilízate y relájate, deja que todo fluya y pon todo lo que hagas en manos de Dios, si algo te sale mal no pierdas la calma, solo dobla rodillas ante Dios y ora pero sobre todo que nada en el mundo te perturbe.

7) Codependencia: Un error que cometen las personas es que ponen su felicidad en manos de otra persona, "soy feliz solo si tengo pareja, soy feliz solo si el esta conmigo, soy feliz solo si mi familia me visita", las personas codependientes jamás logran ser felices ni tampoco se aceptan tal y como son, unas de las características de las personas codependientes son: les cuesta encajar en la sociedad, se les dificulta ser espontáneos, suelen dar respuestas muy pasivas o agresivas, dudan de sus decisiones jamás buscan ayuda.

La cura para la codependencia es amarnos a nosotros mismos y a Dios hasta llegar a un punto que no necesitemos de otra persona para ser felices, sentirnos lo suficientemente capaces de lograr nuestros propósitos sin tener que depender de nadie, una vez descubrimos lo enorme y maravilloso que es el amor de Dios dejamos el amor del mundo porque no se compara, no le llega ni siquiera a los tobillos, otra cura para sanar la codependencia (ese amor que necesitamos recibir para ser felices), es dando, compartiendo amor, ayuda, siempre a donde quiera que vayamos encontraremos alguien que necesite ayuda física, humanitaria y espiritual, porque cuando damos nos llenamos tanto de amor que se olvida que tenemos necesidades.

8) Control: Es muy frustrante cuando queremos tener el control de las circunstancias diarias y familiares para nuestro bien y el de los seres que amamos, nos desesperamos cuando alguien importante está llevando una vida descarriada y sé esta autodestruyendo pero no podemos hacer nada porque no somos escuchados, ese tipo de situaciones y otras que no podemos controlar nos generan stress y tristeza siempre y cuando la fe en Dios sea débil, mientras que una persona con una fe inquebrantable se ríe en los momentos de aflicción porque le entrega sus problemas a Dios y sabe muy bien que el los resolverá pronto y correctamente según su voluntad, poner tus problemas en manos de Dios y confiar en él nos brinda paz y nos demuestra lo inmenso que es su poder.

9) Evitación / negación: Negarnos a nosotros mismos es renunciar a nuestra identidad solo por miedo al "que dirán" de la sociedad, entonces nos atamos a un mundo de mentiras que no nos permiten ser felices, san Agustín dijo "ama y has lo que quieras", cuando amamos somos incapaces de hacer cosas malas, y amando hacemos lo que queremos para nuestro bien y el de las personas que nos rodea, la liberad nos hace felices y nos da paz, mientras que crear perfiles falsos, decir mentiras y ocultar nuestros sentimientos reales nos genera amarguras y tristezas.

10) Obsesiones: Entramos en una estado de obsesión con alguien o algo cuando le entregamos a eso todo nuestros pensamientos o toda nuestra vida en ves de enfocarnos en nuestra vida o en el caminar de Dios o de la ayuda al prójimo, la obsesión conlleva a la desesperación y con la desesperación perdemos la paz interior, la obsesión incita hacerle daño a la otra persona e incluso de forma inconsciente, nos convierte en personas fastidiosas e incomodas, por ello debemos de mantener siempre la calma y darnos cuenta que solo lo que debemos tener siempre presente son nuestros proyectos y el amor de cristo Jesús.

Sanemos todas nuestras ataduras:

Las medicinas más efectivas del alma son:

El perdón: Porque con el desatamos todas las cadenas más gruesas y pesadas que no nos permiten llegar a Jesús, ora siempre por todos aquellos que te hicieron daño y ruégale a Dos que sane tú corazón para siempre, pide perdón a Dios y a las personas que has ofendido porque el "cargo de conciencia" es como una espina clavada en el corazón de los hombres diariamente que no deja el corazón tranquilo, todos en la tierra merecemos ser perdonados y si tú no perdonas entonces Dios tampoco perdonara tus ofensas.

El amor: Nunca te preocupes en que tanto amor recibes sino preocuparte en que tanto amor das, si tienes una fuerte depresión con tu vida ve y comparte cariño con aquellos que están abandonados, en soledad, despreciados porque ellos están en peores situaciones que las tuyas ya que la soledad es la agonía del alma, no te aferres a ninguna cosa material sino que da todo lo que tengas a los más pobres de economía y de espíritu, tranquilo que Dios te ve y te proveerá todo aquello que necesites, dile a tus seres queridos lo importante que son para tú vida y jamás ocultes tus sentimientos.

La oración y meditación: con la oración tenemos el consuelo y la compañía de Dios nuestro padre el ser más grande y poderoso del mundo y con la meditación leemos escritos de sabiduría que abren nuestra mente al conocimiento y nos quita pensamientos vanos que nos alejan de gozar de la vida.

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