Y ahí estaba yo listo para pintar, porque el día pasó tan rápido que el reloj marco las cinco de la tarde y me vine corriendo hacia el onceavo piso que cerca no estaba.
La clase dio comienzo y nos pidieron una obra figurativa de lo que nosotros quisieramos, por supuesto que yo pinté el jardín del psiquiátrico con personas en él. Me tardé toda la clase que incluso no puse atención a la explicación de trazos y tipos de pinceles, sólo me dediqué a hacer líneas hasta terminar mi obra.
Cuando menos lo pensé mi rostro estaba cubierto de pintura azul, además de mi mandil y mi pequeña boina blanca tenía pinceladas del mismo color. Mi outfit impecable ahora estaba totalmente manchado de pintura, lo que quiere decir que puse esfuerzo en mi obra.
El maestro dio la hora de salida no sin antes revisar mi obra y afortunadamente dejó una buena reseña. Caminé por los pasillos hasta llegar a mi habitación, dejé el cuadro en la ventana para que con la luz solar se terminara de secar. Me metí a bañar y cuando salí ya cambiado, alguien tocó la puerta.
—Déjame ver el cuadro —entró Emily y Lay buscando el objeto antes mencionado.
Los dos con sus caras de asombro al ver el cuadro que hice con mis propias manos, todavía no estaba terminado pero a mi parecer se veía muy bien. Ambos estaban tan emocionados que ni siquiera me saludaron o me tomaron en cuenta.
—Te quedo hermoso —dijo Emily.
Ya lo sabía.
Ese par se habían convertido en mis mejores amigos.
Elogiaron mi cuadro, admirándolo, felicitándome, entre muchas cosas más que hicieron como por una hora, que ya me tenían exhausto. Pararon en seco cuando el reloj de mano de Emily sonó.
—Me tengo que ir. Hoy es día de terapia —hizo un gesto de mala gana, sabía que ella odiaba las terapias con los psiquiatras.
—Nos vemos después.
Lay y yo Nos despedimos de ella, atravesó la puerta de la habitación y se fue de mi campo visual.
Emily
Me dirigí hasta el piso número seis que era donde mis terapias se llevaban a cabo, por más que quisiera los psiquiatras nunca vieron mejorías en mi conducta, más bien siempre empeoraba. Siempre que voy a terapia es pérdida de tiempo, ya que siempre se habla de lo mismo.
"Emily, deja de cortarte."
"Emily, habla de tus sentimientos."
"Emily, no te escapes del psiquiátrico."
"Emily, sólo quédate en tu habitación."Lo que ellos no saben es que era imposible seguir sus órdenes, no me suministraban tantos medicamentos como otros pacientes sino que me daban muchas pláticas de pensamientos positivos.
Odio los pensamientos positivos.
Es como si le dijeras a un drogadicto que dejara de drogarse, es como si le dijeras a un alcohólico que dejará de beber alcohol, es como si le dijeras a un fumador que dejara de fumar, por supuesto que no lo iban a dejar de hacer. Algo así me pasa a mi, no voy a dejar de autolesionarme porque alguien externo me lo pide porque ya es un vicio que no puedo controlar.
—Buenos días, Emily —saludó el psiquiatra—. ¿Cómo estás?
—No me haga esa pregunta —contesté de manera fría.
Éste no dijo nada más y se dedicó a leer mi expediente en silencio, mientras que yo veía a mi alrededor que su oficina era bastante aburrida y sin color. El psiquiatra hablaba y hablaba pero no podía entender nada, para ser sincera tampoco le estaba poniendo atención, después dijo algo que me hizo regresar al mundo real.
—Lo mejor es que vayas a la dirección para hablar con la dueña del psiquiátrico y hablar a tus padres.
Padres.
Esa simple palabras no está en mi vocabulario y tampoco lo estará.
No tenía familia, siempre fui yo sola desde que esas personas llamadas "padres" me dejaron en este psiquiátrico y jamás los volví a ver. Ahora mágicamente quieren que los llame, eso es ilógico.
—Yo no tengo familia —aseguré con mi rostro serio que a cualquiera intimidaba.
—Oh, claro que la tienes y como en tu tratamiento no se ha visto avance, lo mejor es que te vayas con tus padres porque el psiquiátrico te está afectando.
El enojo me consumía, por lo que me levanté del asiento bruscamente y salí por la puerta escuchando los gritos del psiquiatra para que volviera y dar por terminado la sesión.
No me importó nada en ese momento, todo mi bien humor se disipó y sólo quedó el enojo y la ira, pero....
¿Porqué estaba enojada?
Hoy es 24 de diciembre :)
La verdad no me emociona tanto dicha celebración, pero al menos pasenla bien con su family, coman mucho pavo y diviertanse. Be happy.
También en la noche, (no sé a qué hora) subiré algo relacionado con la festividad, así que estén al pendientes xd.
¡Felices fiestas! ❤
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A M U S I A ➳ Kim Seokjin ✔
FanficMi vida era simplemente perfecta, era feliz con música y un par de audífonos blancos que me brindaban paz haciéndome sentir pleno, pero nunca tomé en cuenta la posibilidad de que eso cambiara. Tal vez nunca estuve destinado a cumplir mi sueño para s...