Jin
En la tarde tuve otro ataque de sonidos está vez más intenso que las veces anteriores que incluso el calmante no ayudó. Después de esa crisis caí rendido a la cama y no desperté hasta el día siguiente que alguien me despertó.
—Chico, arriba, tienes clases en la mañana.
Me desperté en menos de un segundo al detectar una voz desconocida. Me asusté.
—Tranquilo, me llamó Taemin y soy el encargado de los enfermos de este piso.
—Ya entiendo.
—Este es tu horario de la semana —me entrego un papel—. Es una rutina diaria que tienes que seguir para ver avances positivos en tu enfermedad —explicó.
—Gracias, haré todo no te preocupes —le dediqué una sonrisa.
Después salió de la habitación, la rutina es bastante aburrida. Clases por la mañana y terapias psicológicas por la tarde. Hablar de mis sentimientos es una de las cosas más horribles a las que un ser humano se puede enfrentar y sólo las puedes decir con personas en las que tienes una confianza muy alta y ¿un psicólogo? No, gracias, con él no me iba a dedicar a hablar.
Me arreglé con un outfit cómodo, sudadera de color gris y jeans color negro con mi sombrero de cuadrícula blanca con el fondo negro. Uno de mis conjuntos de ropa favoritos. Y por alguna razón en lugar de ir al comedor me fui al jardín. Ese lugar me brindaba paz con felicidad, cosa que ya no sentía.
Me senté en una de las bancas, casi no había gente sólo una chica de pelo color rubio, algo alborotado. Disfrute de mi paz interna que las lágrimas no faltaron, me llena de tristeza el que no pueda volver a componer música.
Sentía que alguien me observaba intensamente que sentía su mirada penetrante y clavada sólo en mí. Me giré para ver de quién se trata, pero curiosamente ya no había nadie.
Ahora tengo ilusiones, este lugar me está afectando.
Me fui al comedor muy desconcertado, desayuné y me fui a mi respectiva clase: Química. Esa materia la odio, pero me persigue a cualquier lugar que vaya.
Saque mis audífonos para escuchar música esperanzado en que esas magníficas sensaciones volvieran a aparecer, sin embargo, cada ruido y cada sonido han sido cortados, ya no sentía nada más que sonidos sin coherencia que no podía identificar y sentía que mi cabeza iba a explotar.
De nuevo me sentí perdido en un gran océano en el cual estoy vagando sin un rumbo fijo.
—¿Cómo te llamas? —preguntó un chico de mi edad de estatura promedio, de piel algo bronceada con su cabello oscuro y liso.
—Jin —respondí tajante.
—Soy Lay, ¿eres nuevo? Nunca te he visto por aquí —dijo sentándose atrás de mí.
—Sí, acabo de llegar ayer.
—¿Cuál es tu diagnóstico? —ladeó su cabeza.
—Amusia, no puedo escribir música, ni percibir sonidos —me torné triste.
—Oh, yo sufro de trastorno maniaco-depresivo, llevo aquí dos años pero creo que ya no tengo remedio, soy un caso perdido —rio leve.
Un chico bastante sociable y apuesto que cualquier persona que lo viera diría que no tiene ninguna enfermedad. Al menos, este día no va tan mal, hice un amigo e incluso me invito a comer, aunque la comida de aquí no es tan buena.
Algo raro es que seguía sintiendo una mirada puesta en mí y por más que buscaba para ver de quién se trataba no había absolutamente nadie.
Confirmo, sufro de alucinaciones.
Emily
—¿Y? ¿Conseguiste algo? —le pregunté a Lay.
—Se llama Jin y su diagnóstico es amusia —sonrió victorioso.
—¿Amusia?
Siempre que había una persona nueva, Lay era el encargado de hacerme saber quién era, siempre fui curiosa por lo que me encanta preguntar y saber acerca de la vida de las personas a pesar de que mi vida fuera un asco.
Él me contó que la amusia es un trastorno musical en la que el individuo no puede percibir tonos musicales. ¿Raro, cierto? Yo tampoco me esperaba que un chico como Jin tuviera ese tipo de enfermedad.
—Vaya, eso no me lo esperaba.
Ahora entendía por qué ayer empezó a gritar y agarrarse la cabeza, sufre de amusia y en lo particular nunca había escuchado de esa enfermedad.
—¿Lo espías o algo por el estilo? Te vi observándolo —frunció su ceño.
Su pregunta me desconcertó, ¿lo espío? No, sólo lo observo de vez en cuando.
—No, ¿por qué la pregunta?
—Lo miras tan... penetrante, que si las miradas matarán, él ya estaría muerto.
—Sólo lo miro, es todo —solté una risa irónica.
Ni yo me creía esa respuesta, pero mi plan es vigilarlo, ese chico llamó mi atención desde el primer momento en que lo vi y para ser sincera no sé porqué.
¡Feliz cumpleaños a Jin!No
Con esta historia me di cuenta de que realmente siento un gran afecto por él. Jin es muy especial para mi porque me sacó muchas sonrisas en momentos tristes y por eso lo felicito.
#HappyJinDay
Tu eres mi Luna y yo soy tu Tierra <3
PD: ¿Ya vieron la nueva portada?
¡A MI ME ENCANTÓ!
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A M U S I A ➳ Kim Seokjin ✔
FanficMi vida era simplemente perfecta, era feliz con música y un par de audífonos blancos que me brindaban paz haciéndome sentir pleno, pero nunca tomé en cuenta la posibilidad de que eso cambiara. Tal vez nunca estuve destinado a cumplir mi sueño para s...