JinEl tiempo avanza tan rápido que voy tarde a mi primera sesión con el psiquiatra y después tendré que trasladarme a otro piso para ir a la terapia con el psicólogo, espero no sea aburrida como tengo pensado.
Caminé por el largo pasillo lleno de puertas color marrón hasta que encontré la que buscaba, habitación 138, toqué la puerta con mis nudillos y entré hasta escuchar un "adelante" del otro lado.
—Me alegra que hayas venido, Jin.
—Hola —saludé, observando cada detalle de la oficina. Era color beige con cuadros de pinturas abstractas que no lograba comprender su significado, una camilla en una de las esquinas y un gran ventanal que iluminaba toda la zona. Su escritorio lleno de papeles y un modelo del cerebro humano en la parte de enfrente, además de libros y libretas para escribir y una extensa colección de bolígrafos de todos los colores, diseños y tamaños. Era muy bonita su oficina, no lo voy a negar.
—Soy el psiquiatra que llevará todo tu control y avances, todo lo relacionado con tu enfermedad. Comenzaré con una pregunta: ¿Qué sientes cuando tienes esas "crisis"?
Qué pregunta tan más idiota, todos los médicos me preguntaron lo mismo y no pude responder. Empezamos mal está sesión, espero no salir corriendo de aquí o peor aún con un mal humor que durará todo el día.
—Sonidos muy fuertes que no puedo controlar —dije fastidiado.
—Según mis cálculos en unos 4 meses saldrás de aquí totalmente recuperado —aseguró tomando su libreta amarilla y su bolígrafo negro.
Por favor, los médicos dijeron que no tiene cura, mi caso es muy avanzado, así que dudo volver a vivir mi vida normal.
Después de 2 largas y eternas horas de conversaciones ridículas, me fui a mi habitación a descansar. Me sentí agobiado de tanto escuchar a ese psiquiatra que no me ayudaba en nada y sólo me mantenía recargado en la silla con mucho aburrimiento. Me acosté en mi cama, la cual no era muy cómoda y miré hacia la ventana, una idea pasó por mi cabeza que era ir al jardín.
Las pocas o muchas veces que estuve ahí me trajeron paz y felicidad, el estar rodeado de naturaleza, recibiendo la luz del sol, escuchar el canto de los pájaros y ver todos los tipo de flores existentes me hace sentir una paz interna.
Mis pensamientos se apoderaban de mí y una de las cosas que aprendí en esa pequeña sesión, es que no debo de dejar que la depresión me invada, por lo tanto, siempre debo de estar activo.
Bajé por el elevador, salí y me senté en una de las bancas del jardín que eran de piedra gris, cerré mis ojos y empecé a disfrutar de la soledad.
—¡Jin! —alguien gritó a mis espaldas.
—Lay, hola.
—¿Te parece si vamos al quinto piso?, la vista de ahí es espectacular, además te servirá para conocer el psiquiátrico.
No conozco a detalle este lugar y no me vendría mal conocerlo, además debo de estar activo y que mejor manera de hacerlo con Lay quien es mi único amigo.
—¿Hay guardias? —pregunté con algo de inseguridad.
—Esta es su hora de almuerzo, podemos ir sin ningún problema.
Este edificio tiene 5 pisos para enfermos mentales y los demás son para otras áreas relacionada con la salud, el quinto piso tiene un mirador, pero hay muchos enfermos ahí y eso me da miedo, sin embargo no iría sólo.
Nos fuimos al último piso, grave error.
El pasillo principal oscuro, sin ni una persona, a decir verdad se veía espantoso.
Mientras caminábamos se oían gritos de sufrimiento de los pacientes detrás de esas puertas de aluminio y golpes en éstas mismas, miré a Lay asustado que, por el contrario, él se encontraba muy tranquilo, mientras que yo me moría del miedo.A pasos lentos recorrimos todo el pasillo y giramos a la esquina derecha, a este punto ambos caminábamos con miedo y la tranquilidad de Lay se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, cuando alguien nos acorraló contra la pared.
—¿Qué hacen aquí? —dijo un hombre que al parecer es psicópata.
—N-nada —respondió Lay totalmente asustado.
—Qué estúpidos son al venir aquí...
Nos agarró del cuello estampándolo contra una pared, mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba del miedo que sentía, a fin de cuentas, -si no me equivoco- es un psicópata y puede tener alcances extremos, entre ellos: matarnos.
—Sólo saldrá uno vivo de aquí, así que escojan —dijo el hombre apretando más el agarre.
Cerré mis ojos debido al miedo que sentía y que era inevitable sentir, Lay lo miraba fijamente, pero aquel tipo no nos soltaba y quería salir de ahí, ¿cómo? Esa es la pregunta. Mi cuello ardía, podía sentir marcas en el, podía sentir que me faltaba el aire, esto no era nada bueno.
—Está bien, yo voy a escoger, pero para hacerlo más divertido van a correr y al que yo encuentre primero, ese será la víctima.
Nos soltó del agarre y pude observar bien sus facciones, duras, sin expresión, cejas gruesas y cuerpo fuerte que te causa miedo, también sus ojos color negro con sus pupilas sin ningún brillo al igual que su iris.
Un tipo bastante imponente que te causa pavor.
—1... —comenzó a contar, pero mi cuerpo no se podía mover por el gran terror—. 2... ¡3!
Salí disparado de ahí, no sabía a donde me dirigía, pero mis pies corrían por sí solos y ya no tenía control sobre mí. Choque con una pared estampando mi rostro en ella, no me importó y seguí corriendo, hasta llegar a perderme en ese piso, giré en dirección a unas luces led de color naranjo para esconderme y para mi suerte no había ni puertas, ni pasillos, así que sólo me quedaba correr. Segundos después las dudas me invadieron.
¿Realmente quiero seguir viviendo?
¿Ya no tengo motivo para vivir?
Dejé de correr, sin embargo sentí como una navaja rozó mi cuello junto con la respiración de una persona en mi cuello. Sin pensarlo las lágrimas salían de mis ojos, mi vida realmente se acabó cuando sentí el objeto punzante enterrarse en mi cuello donde sentí unas gotas de un líquido espeso, traté de parar la penetración del objeto sosteniendo los brazos del psicópata, pero fue en vano, él tenía mucha más fuerza que yo.
Tal vez este era el final, hasta que escuché una voz. Una voz fuerte y clara que sonaba decidida al mismo tiempo cargada de ironía y sarcasmo.
—No creo que seas capaz de matar a una persona inocente ¿o sí? —dijo una voz femenina.
Tuve un gran golpe de suerte, lo único que quería era salir de aquí con vida.
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A M U S I A ➳ Kim Seokjin ✔
FanficMi vida era simplemente perfecta, era feliz con música y un par de audífonos blancos que me brindaban paz haciéndome sentir pleno, pero nunca tomé en cuenta la posibilidad de que eso cambiara. Tal vez nunca estuve destinado a cumplir mi sueño para s...