015 •| Los finales felices no existen.

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Gustabo soltó un gemido de dolor al sentir su hombro ser perforado con la bala de gran calibre que tenía el arma del hombre pelirrojo enfrente suyo, la bala había salido y podía sentir como su sangre era derramada a grande borbotones, se preocupó un poco pero según sus cálculos, con ese sangrado podría llevar al destino los papeles y de alguna manera, su saldo estaría cumplido.

–¡Vaya malicon y tlaidol nos saliste!– Hablo con odio, sorna y resentimiento el asiático que ahora lo miraba con supuesta superioridad, mientras el retrocedía como podía en el suelo como la escoria que sabía que era.

Había traicionado a todos, al CNI, al CNP, a su hermano, a su "pareja" y a la Mafia ¿Quién coño quería a una persona como él viva? Joder, estaba en el mundo de adorno, gastando oxígeno que otra persona podría aprovechar para algo útil. Sintiéndose una basura se atrevió a enfrentar a la M16 que le estaba apuntando, dándole cara y poniendo su frente justo en lo que debería ser la salida de la bala.

–Acaba conmigo chinito chupapollas, o mejor debería llamarte... ¿Kalahari?– Sonrió con psicopatía, brindándole a Yun uno de los peores escalofríos de su vida, Definitivamente el joven rubio que tenía arrodillado ante él era uno de los más dementes de la ciudad, no entendía como seguía suelto ¡Era un peligro para la sOciEdAd!

–Muy valiente detlás de esa sonlisita pelo, ¿Quién eles? ¿A quién tienes? ¡Estas solo! ¡Nadie te quiele en su vida! ¡Holacio te abandonó aunque eras capaz de dal su vida pol él, te dejo sin impolta'le todo lo que hiciste cuando eran unos clíos, sin ponelse a pensal en la cantidad de cosas que vivielon juntos, pasándose pol la polla el mimimi siemple juntos Gustabo mimimi y sus cosas de malicones! ¡Jack supo que elas una puta lata tlaticionela y ni siquiela te buscó, te dejo solo, te dijo basula enflente de todos y te humilló hasta más no podel! ¡El volko piensa que eles la peol mugle de este mundo, la peol mielda de este univelso! ¡Incluso los tles hablalon atlocidades de ti cuando dejaste el CNP, incluso Goldon me dijo que te habían puesto como ejemplo pala nunca sel como tú! ¡Muelete ya, coño!– Gustabo solo se encontraba un poco más roto de lo que estaba después de las palabras que sin compasión alguna había soltado Chino mientras daba golpes en su rostro fuertes con el fusil.

–¡Me moriré pero moriré en grande, cabronazo! ¡Anda a chuparle el coño a tu puta madre en el infierno! ¡APARTAAAAAAAAA!– El ojiazul logro con su brazo izquierdo desviar el apunte directo que tenía el fusil hacia su cabeza y con su brazo izquierdo que le dolía por la herida en su hombro le dio un culatazo con todas las fuerzas que podía poseer este en ese mismo instante.

–¡AAaaAaaaaaAaaAahHhHhh!– Un ruido bastante extraño salió de la boca de García cuando sintió una bala de francotirador impactar cerca de su clavícula ¿Le había dado en una arteria? Sus pocos conocimientos sobre enfermería que logró aprender en un curso de estos de tres días le habían sido suficientes para saber que por la sangre que salía no había sido un tiro que hubiese impactado sobre una arteria o vena importante pero, aún así su cuerpo debido a la pérdida de sangre constante de su hombro y ahora de una zona cercana a su cuello le hacían perder las fuerzas.

–P-puedo con esto, l-lo h-hare maldición, lo haré.– Se dio ánimos a sí mismo para continuar adelante y mientras subía las escaleras para llegar a la terraza un tiro en su abdomen le fue otorgado de gratis, la mafia ya sabía que él había sido el traidor y cuál era su posible propósito así que, resignados a su fin se habían dado la meta de no dejarle salir con vida.

–¿Horacio?– Su mente le jugaba malas pasadas con alucinaciones visuales, Horacio estaba en el borde de la terraza mirándole con una sonrisa en el rostro.

–¡Gusnabo! ¡Vamoossssss a darle caña bebé, mueve esas caderas antes de que papu llegue!– Sus piernas flaquearon y una mueca tratando de llegar hasta sonrisa se presentó en su rostro, si su hermano estaba con él, él podía contra todo el mundo e incluso con otras galaxias externas a este. Arrastrándose por el suelo y con un sobre ensangrentado en su mano logro llegar hasta el lugar que le había indicado a Greco, y con una sonrisa en sus labios se dio la vuelta, quedando boca arriba y observando la noche estrellada.

Are we crazy? I Intenabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora