004 •| Tormentos del pasado.

5.9K 497 267
                                    

He de avisar que este capitulo no tiene mucho mambo pero, es importante para el desarrollo de la historia y la comprensión de la misma así que, les recomendaría prestar atención a los detalles ya que, acá se aprecia mejor como yo pinto las personalidades de los personajes y los dilemas mentales que tienen los mismos. Sin nada más que decir ¡Proseguimossss!

[✓]

Gustabo había salido hecho una furia de aquel despacho, no entendía que cojones se pensaba ese viejo, si tenía en la mente el hecho de que por el simple motivo de tener una doble personalidad masoquista el iba a permitir que le pegaran estaba muy equivocado. Jamás le había permitido a alguien darle un golpe en el rostro, y muchísimo menos si este suceso no ocurría en medio de una buena follada o algo por el estilo. Por así decirlo tenía un pequeño trauma con los golpes en la cara ya que, su padre al enterarse que era homosexual le dio una golpiza que recordaría por el resto de su vida.

Un pequeño Gustabo de tan solo 15 años se encontraba encogido en su propia cama después de haberle realizado una pregunta inocente a su padre, en la que le cuestionaba a su amado padre si era normal que el chico del frente le pareciera atractivo. Los golpes después de aquella pregunta no tardaron en hacerse presente, aún recuerda como si fuera ayer cuando su padre lo tomo del cabello, arrastrándole por toda la sala, subiendo las escaleras mientras golpeaba su rostro contra todas las paredes que se topaban en el camino los dos, lo tiró a la cama y le dio una fuerte cachetada en la mejilla, gritándole sin parar que era un puto maricón de mierda y que era la deshonra de la familia, no sin antes golpear fuertemente su abdomen, logrando que una hemorragia interna se ocasionara en el chico pero, su padre era tan hijo de puta que ni siquiera fue capaz de prestarle atención a las tosidas que daba el pequeño rubio, dejando manchas gigantes de sangre en las sabanas blancas que ese día adornaban su habitación.

Cuando el padre abandonó la habitación del demacrado peli-rubio este se permitió llorar por "última vez" prometiéndose a si mismo, ser fuerte para poder impedir que personas como su padre existieran en la sociedad. Con un corazón hecho pedazos, destrozado y completamente acabado, nació el mejor amigo de Gustabo, un payaso bastante colorido y con una sonrisa burlesca se hizo presente en la habitación, rodeando la cama del adolescente que ahí se encontraba.

-¿Permitirás que ese hijo de puta te trate así?- Vio con atención como el payaso de sonrisa divertida y peluca extravagante negaba una y otra vez con su cabeza, dándole a entender que no debía permitir eso. El payaso tomó la mano del chiquillo, brindándole esa calidez que no había vuelto a sentir desde que perdió a su madre en un accidente de transito en el que solo su padre y él habían logrado sobrevivir.

-Mírate al espejo ¿Este eres tu? ¿Un niñato triste? No... Somos más que esto, somos quienes cambiaran este mundo de mierda, somos dos en un solo cuerpo, somos calma y furia, somos fuerza y debilidad. Descansa por hoy, ya has hecho suficiente.- Después de esas palabras Gustabo solo sintió un sueño que con rapidez hizo caer a su cuerpo en un estado de reposo, en el que Pogo aprovecharía para hacerle pagar al hijo de puta que se había atrevido a dañar a su amado Gustabo.

Pobre hombre, nadie se imaginó que su niño de quince años era el que lo había dejado tirado en el suelo con parte de los pómulos cortados en dirección a su boca, formando una sonrisa tétrica que haría que cualquiera tuviese escalofríos, unos cortes que simulaban lo que parecían ser lágrimas iban desde sus parpados inferiores hasta finalizar en su mentón y en su abdomen una pequeña frase escrita en letra cursiva que decía "Pobre hombrecillo triste." Todo bien hasta acá claro, si no fuese por el pequeñísimo detalle de que esta estaba escrita con una navaja sobre la piel de un hombre y, como si fuese poco, los forenses decían que todas esas heridas habían sido causadas cuando el hombre aún tenía consciencia ¿Quién se habría atrevido a cometer tal atrocidad? La sociedad estaba llena de putos locos.

Are we crazy? I Intenabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora