005 •| El gran día.

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Finalmente, el gran día llegó. El operativo por el que habían pasado dos noches en vela planificandolo tomaría lugar hoy día y se podía notar al ver lo nerviosos que se encontraban los dos subinspectores. En las manos de Horacio se podía notar un temblor leve pero, que Viktor -el cual ya era conocedor de la identidad del menor- había podido observar. Con cuidado posó una de sus manos sobre el hombro del de menor rango y acarició con suavidad este. -No se preocupe Horacio, lo hará bien. Usted es un buen actor y además, su hermano estará con usted para protegerlo y nosotros igual.- Soltó el ruso con un inesperado tono suave y cálido. Para Horacio fue imposible no esbozar una leve sonrisa, sabía que había arruinado todo al declararsele hace unos meses -así es, ya habían pasado dos meses después de la llegada de los dos subinspectores- y no había día en el que no se arrepintiera de ello pero, agradecía infinitamente al universo porque su relación el mayor ya no era la distante, fría y lejana que era antes, para nada.

-Eh nenazas, cuidado con hacerse las pajas en mi oficina.- Mencionó el mayor de los tres mientras se aventuraba en el interior de su despacho, donde se encontraban los anteriormente mencionados. Seguido de él entró Gustabo y Evans a quien habían conocido hace un par de días.

-Bien. ¿Ya estamos todos?- Dió una rápida ojeada a todos los que estaban presente y suspiro, hoy sería un día jodidamente duro. -Como ya saben hoy es el día del operativo y este iniciará a las 12:30 de la tarde que es la hora en la cual citaron a este par de capullos en la sede.- Tomó lugar en su sofá de cuero que se encontraba al lado derecho de la oficina y dejó reposar su pierna derecha encima de la izquierda. -Lo más probable es que tengan a Horacio retenido dos o tres días y Pérez. - Lo miró fijamente. -Se que será difícil aguantar los golpes pero debes hacerlo ¿Vale? Eres el puto héroe de la ciudad y podrás con esto y muchísimo más. Gustabo se encargará de darte unos cuantos golpes para que se gane aún más la confianza de los imbéciles esos y también para darte un tiempo de descanso entre golpe y golpe ya que, tratará de no hacerlo muy fuerte. En esos días Michelle, Viktor y yo estaremos monitoreando todo através de micrófonos microscópicos que tendrá Gustabo adherido a la piel y será completamente invisible a los ojos de los demás, cualquier movimiento raro no dudaremos a entrar pero, en lo posible esto va a ser evitado ya que no queremos tirar todo el puto trabajo a la basura.- Recibió un asentimiento por parte de las cuatro personas que lo estaban escuchando y se tomó un respiro para tomar café.

-Esperen hijos de puta que me les quedó sin garganta y se joden.- Mencionó antes de tomar un sorbo de tinto -café colombiano concentrado- ahora sí, después de haberse aclarado la garganta volvió a retomar su charla. -Viktor se turnará conmigo para vigilar la sede por sus alrededores esto lo haremos para que no halla ningún imprevisto y en caso de que se presente, tener algo ya planeado para ello. Tendremos dos ambulancias a disposición que preparo Evans por si ocurre algo. Cada uno ya sabe lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer ah y Horacio, necesito que trates de llevarte más con el que suele llevar gafas oscuras y el puto pañuelo de los cojones que le cubre la cara, es John Walker, tu exnovio. Trata de hablar con él cuando termine todo esto, está confirmado que es un miembro de la mafia y tiene un cargo alto en la misma, no se dejó ver de ti porque cree que aún te puede recuperar y no quiere que estés decepcionado de él. Por eso son tantas las sospechas sobre ustedes dos, a Walker se le hizo raro que te metieras en la mafia aún cuando le habías contado meses atrás como querías ser policía con toda tu alma.-

Volkov no supo porque ante lo último sus puños se apretaron y su labio inferior fue apresado por sus dientes pero ignoró su propio comportamiento para seguir prestando atención a las palabras del mayor. -Tienen que tener cuidado nenitas, si sólo uno la caga todos nos jodemos.- Fue lo último que menciono Conway antes de mirarlos a todos buscando un gesto de aprobación, que inmediatamente fue otorgado por los presentes.

Are we crazy? I Intenabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora