006 •| Día difícil.

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Puede que hallan pasado más días de los que tenían planeado, al principio Conway pensó que únicamente dejarían a Horacio máximo tres días pero, hoy el quinto día y Gustabo ya había informado que hoy sería la liberación del agente Pérez que, se encontraba completamente maltratado y dolido por la cantidad de heridas que habitaban su moreno cuerpo. Viktor sufrió como nunca lo había hecho en años desde la muerte de su familia, escucho cada gemido lastimero de Horacio, cada suplica por ayuda, cada grito desgarrador al ser azotado por barras de hierro en sus costillas, una y otra vez, una y otra vez sin parar. Descansaba cuando les tocaba hacer guardia a Gringo y Gustabo puesto que estos le mantenían diciendo que saldría de esta, que él era fuerte y que jamás lo abandonarían. Les había venido genial la aparición de Gringo en el plan pues este había eliminado las grabaciones de todo -incluyendo cuando Nadando o los demás les tocara turno para que no se viese tan sospechoso- y también había cuidado genial a Horacio -teniendo en cuenta la situación- cuando Gustabo no estaba.

Gringo y Gustabo eran los que lo mantenían firme para que el hilo delgado que lo mantenía atado a la cordura no desapareciera. El de cresta pudo observar a su hermano entrar por la puerta, Gustabo miro a John interrogante y este con un leve asentimiento de cabeza le dio a entender que podía actuar normal. El policía abrazo a su hermano y rápidamente saco un botiquín, aplicando sus leves conocimientos médicos para que las heridas que se encontraban al rojo vivo no se vieran afectadas por alguna infección, lo trato con cuidado y paciencia mientras escuchaba a Pogo maldecir a todos los de aquella mafia, incluyendo a Gringo porque, puede ser que Gustabo fuese condescendiente con Gringo pero, Pogo, Pogo lo detestaba por no dejar ser a su hermano libre, por ser un sapo y decirle a la mafia que era un expolicia, por hacer de manera inconsciente que el chico de cresta gris estuviese en esa situación ahora.

El rubio tomo las mejillas del más alto y le sonrió con todas las fuerzas que le quedaban, plantó un beso suave sobre su frente y acarició su rostro tratando de brindarle el cariño que tanto le había hecho falta en esos días. Horacio a pesar de estar en esa situación daba su mejor sonrisa, su mejor actitud y su mejor disposición para todo, eso era lo que el mayor admiraba de su hermano pequeño.

-Bebé, hoy te dejarán tirado en medio de una carretera ¿Vale? Estarás muy acalorado, adolorido y el sol te quemara vivo pero, apenas pueda salir de esta yo iré por ti lo más rápido posible.- El agente Pérez sabía que esto era falso ya que, García no sería el que iría a por él, iría Viktor y Jack, asegurándose de llegar lo más rápido posible con una ambulancia en camino para que al menor no le pasara nada grave pero, a sabiendas de que Walker estaba escuchándolos, abrazo a su hermano -o bueno, se dejó abrazar por este, ya que estaba atado de pies y manos- y soltó un pequeño -Entendido, Gus.- Con pocos ánimos, era fuerte, si, pero incluso las personas más fuertes se cansaban.

Volkov, Evans, Trucazo y Conway por su parte estaban preparando todo para la salida de Horacio, monitoreando cámaras para ver quiénes entraban y quiénes salían, tratando de averiguar quién sería el conductor y cuántos de ellos estarían en furgonetas, las armas que llevarían y muchísimos aspectos similares que les servirían. Igual a días anteriores Gustabo golpeó su mano indicando que todo estaba bien y finalmente, llevarían a cabo el final del plan.

Nadando, Chino, Gringo, Horacio y Gustabo iban en una furgoneta negra con vidrios completamente polarizados, mientras que Evo, Emilio, Culebra, Cebralin y Macaco iban en motocicletas con sus rostros tapados con máscaras, escoltando la camioneta que transportaba al ex-secuestrado. Llegando al final del trayecto, dejaron el cuerpo de Horacio tirado, como si fuese un puto desecho, un pedazo de plástico tirado a la basura. El ojiazul estaba ardiendo en rabia, ahora mismo quería dejar que Pogo saliera y mandarlos a todos al mismísimo infierno así él se tuviera que ir con ellos, tomar el volante del carro de mierda y volcarlo al vacío para luego ver como los cuerpos sin vida salían volando por la explosión que generaría la caída.

Are we crazy? I Intenabo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora