21. R

6.4K 926 2.5K
                                    

Capítulo 21

ENCUENTROS REFLEXIVOS, LA CHARLA FUERTE Y UNA DE RON DOS DE ANÍS.

Jungkook

Lo importante, es que estamos vivos.

Por fortuna e' Chávez, no nos pasó nada a nosotros ni a la camioneta. Cuadras después de correr, nos vio la policía y puso orden en el asunto. No, no pudimos echar gasolina ese día, al final la tuvimos que comprar nosotros mismos por otro lado, pero ya salimos de eso. 

Hoy no habíamos planeado nada para salir, o al menos yo no. Ya tenía algo mejor que ejecutar.

Mi muerte.

Marico, ayer no pude dormir pensándolo y esta mañana di mil vueltas en la cama antes de ponerme las chancletas porque de verdad iba a hacerlo.

Sinceramente, estoy cagado.

Cagado, no. Cagadisimo.

La música se escuchaba desde mi cuarto. Los cepillos chocando, el agua corriendo, el abrir y el cerrar de las puertas. Definitivamente, mi mamá estaba limpiando.

A golpe de diez y media me paré. Ella me dió la bendición mientras pasaba coleto y me dijo que las arepas estaban tapadas en la mesa. Eran dos madres arepas gigantes con caraota y queso.

Dios mío, amo a mi mamá.

Miren, yo soy una vaina seria. Tengo lapsus nerviosos en los que mi mente viaja más rápido que autobús de Mariara y comienzo a pensar mil y un universos como Doctor Strange. Ahí estaba yo, con una caraota colgándome del labio imaginando que haría si me corrían de la casa.

Probablemente iría a donde Jimin primero. Luego a donde Nam, Hoseok, Yoongi, y así con cada uno.

Después imaginé que me jodian. Mi mamá no me pega, al menos no desde que una vez de carajito me monte en una mata de mango y me parti la jeta luego de que ella me hubiera dicho ochenta veces que no me montara.

O bueno, que me manden al psicólogo, entrar a la etapa de negación y eso.

Dos mordiscos luego de pensar y que mi estómago diera tres vueltas, ya estaba listo.

—Ma—la llamé, ella se volteó, pero como andaba en modo limpieza lo que hizo fue pararle bolas al plato sucio.

—Ponlo' en el fregadero, yo ahorita lo lavo.

—No vale, quédate quieta. Yo lo lavo, pero escúchame algo—el corazón se me iba a salir Dios mío.—Te voy a contar algo que le pasó a un amigo.

Ella siguió limpiando, pero hizo silencio en señal de que me escuchaba. Hasta tres segundos antes estaba en la delgada línea de hacerlo o no hacerlo, pero tenía que hacerlo.

Taehyung me gustaba. Me gustaba romántica y sexualmente. Taehyung era un hombre. Y no sé por cuánto tiempo seamos novios, pero no puedo cerrarme a la absurda idea de que me gustan las mujeres y Taehyung. Me han gustado mujeres y un hombre y estoy seguro de ambas partes. 

—Un amigo me estuvo contando hace poco que a él toda la vida le gustaron las chamas, verdad.—Ya sentía que iba a llorar, por el culo de Bolivar.—Que tuvo novias, y le atraían pues. Por más locas que fueran las chamas, sí le llegaron a gustar mucho en todos los sentidos, pero un día, ya más grande el loco, dice que le empezó a gustar un chamo. En plan él primero se sintió confundido, luego pensó que era algo carnal, tú sabes, pero después se dió cuenta que sí le gustaba mucho este chamo y para sorpresa era mutuo, y bueno, el me cuenta que le gusta más este chamo que todas las chamas que le han gustado en su vida y tiene miedo, no por estar confundido sino porque está muy seguro. Está seguro de que le gusta este chamo y quiere estar con él, pero tiene miedo a lo que diga su familia. Y no sabe qué hacer porque el chamo ama a su mamá y no quiere que lo rechacé y lo odie y-

¡Saranghae, coño e' tu madre! [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora