16. Savoy

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Bueno, si antes Taehyung me ignoraba, ahora era totalmente invisible e inexistente para él.

Los días pasaban en el liceo y nada, marico. Él intentaba no caminar por los mismos lugares que yo en el receso, como si la verga esta fuese muy grande, pero sí lo lograba. También en el salón de clases. Literal solo escuchaba la voz de Tae cuando decía presente o cuando saludaba a los muchachos. Nada más.

Yo…de pana quería hablarle, pero no podía, marico. Era un miedo, una vaina dentro de mí que no me dejaba. Después de que se fue de la terraza y abandonó la casa de Hoseok, los demás no fueron pajuos, vieron que había algo raro y bueno, les conté todo. Lo primero que dijeron fue:

—Entonces...¿también eres marico?—preguntó Namjoon pensativo.

—¡Yo pregunté lo mismo, ja weno!—chocó los cinco Jimin.

Fue una charla perdida, pero al final todos entendieron mi punto.

Con Tae es diferente, Taehyung tiene una versión de mierda de mí desde el comienzo. Fui un mardito con él de principio a fin, lo juzgué sin conocerlo y cuando por fin tuve la oportunidad de aclarar las cosas solo lo empeore. Ahora no sé como arreglarlo, porque estoy 99% seguro de que no quiere escucharme, y el 1% que queda soy yo todo pajuo sin saber como expresar lo que siento.

Estábamos en receso. Hoseok y Seokjin estaban comiendo pastelitos mientras hablaban de una clase de biología en la que no habían entendido un coño. Jimin estaba mirando a la nada; pero esa nada tenía nombre, apellido, número de cédula, medía uno cincuenta y cargaba una cara de culo. Yoongi estaba en todo su campo de visión hablando con una caraja de otra sección. Podía notar que Jimin estaba celoso, arrecho y dolido, todo junto.

Si no podía arreglar mi vida, pues salvaría la patria de mi mejor amigo.

—Mira, enano marico, párate—le ordené. Él me miró raro, pero se paró. Cambié mi vista al cara e' caballo— Tú también, párate, Hoseok, necesitamos una segunda.

Hoseok es demasiado fácil, yo se los dije, ni dudó.

—¿Qué pasó?—preguntó Jimin confundido. Yo levante las cejas, y él me entendió porque puso su cara de panic detected.—No me digas que…

—Sí, mano...—me trone los dedos.—Es hora de la operación Dos Maricos de Un Tiro.

***

Jimin.

Esa mierda era una mala idea, esa mierda era una mala idea, esa mierda era una mala idea, no sé porque coñisimo de la madre termino haciendo todo lo que Jungkook quiere, pero aquí voy a joder mi vida. No sé como Hoseok accedió a esto. Capaz porque no le importa un coño su reputación, o de verdad tiene una fijación con ver a Yoongi arrecho, porque naguebona, ni dudó. A Seokjin también le tuvimos que explicar, y quedó como cinco minutos en estado de shock, pero Hoseok no, marico, y no sé si eso me tranquiliza o me altera más.

Ya no había vuelta atrás. Aquí voy directico a mi muerte, tal y como Jungkook nos dijo que teníamos que hacer: me paré en el punto donde tenía que estar, ¡que era en medio de todo el mundo! Y también mucho más cerca de Yoongi, voltee y vi a Jungkook y a Seokjin observando desde el otro extremo. Jungkook viendo todo como un científico y Seokjin comiéndose las uñas. Giré a la izquierda y vi a Hoseok todo rela esperando la señal. Empezaba a arrepentirme, era una estúpida idea, marico, y capaz afectaría todo menos a Yoongi, era mejor no seguir con esa vaina. Pero entonces fijé mi mirada en Min y vi que seguía hablando con la caraja. Sentí arrechera, ¡cómo podía decir que no sintió nada! No fui un malvado error gracias al alcohol, era imposible que no sintiese ni algo muy mínimo ¡Tenía que sentirlo, no pude haber sido solo yo!

¡Saranghae, coño e' tu madre! [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora