7. Caraota

8.8K 1.5K 692
                                    

Sabes esa cara que pones cuando estas enchufado viendo la novela que la vaina esta burda de buena y de repente vienen encadenan; que no sabes si matarte, reírte o ponerte a llorar. Bueno.

Mi cara era cuarenta veces mas trifásica.

—Coño, webón, no me mires así, di algo—Dijo Jimin viéndome desde la esquina de su cuarto mientras se comía las uñas. Es que, marico, tenía 5 minutos analizando la vaina. O sea, ¿Yoongi se había cojido a Jimin? O Jimin se había cojido a Yoo…No, no, definitivamente era la primera opción. Pero, ¿cómo? O sea…—Dejame explicarlo—Habló acercándose a la cama. Lo miré y asentí.

—Por favor, marico, porque tengo preguntas que aclarar—Jimin tomó aire y empezó.

—Sabes que Yoongi dijo para estar pila de que Hoseok no se volviera mierda e hiciera alguna vaina rara—Yo bufé—Sí pues, eso no pasó. Pero fue porque Hoseok le dijo que no necesitaba mamá suya y que lo dejara quieto. Yoongi se picó y le dijo que se mamara un webo. Sabes que la relación de Yoongi y Hoseok siempre ha sido algo extraña porque sus personalidades siempre chocan en algún momento. El punto es que Yoongi no quería estar cerca de Hoseok y se fue al segundo piso. Empezó a beber, y beber mucho. También sabes que Yoongi ha estado teniendo problemas con su papá y que anda burda de estresado con la vaina del pasaporte y eso, entonces decidió ahogar sus penas bebiendo como un malvado enfermo. Yo me preocupé. Hoseok por lo menos estaba a la vista de todo el mundo, Yoongi estaba deambulando solo por ahí, así que me fui a buscarlo. Estaba en un cuarto, recostado sobre la cama con una botella vacía en la mano. Tenía que sacarlo de ahí, era un cuarto ajeno, se suponía que la fiesta era abajo, así que entré. El no quería irse, en cambio empezó a decir vainas extrañas: “Jimin, tu boca es muy roja, perece que tuvieras brillo todo el tiempo”, “Jimin, siempre te preocupas por mi, ojala no fueras mi amigo ¿por qué eres tan lindo” y así empezó hasta que llegó al, “Jimin, acuestate conmigo”

—Ya va, paralo ahí—Dije levantándome y negando con las manos—¿Él estaba consciente de que eras tú?

—Coño, marico, no sé, dijo Jimin como unas ochenta veces, al menos que conozcas otro Jimin que ande por ahí me dices—Respondió lanzándome un cojín—Y no he llegado a la parte que confirma que estaba consciente.

—Ajá, bueno sigue—Me volví a sentar.

—Bueno, marico, yo me acosté. Súper normal, cerré la puerta y me quede ahí al lado de él. Todo estaba tranquilo hasta que sentí una vaina haciéndome cosquillas. Me estaba besando el cuello. Te juro que lo que pasó después fue demasiado rápido. De repente me besó. Yo lo seguí, él se empezó a mover, yo terminé en cima de él. Las ropas se fueron yendo y-y yo seguí. Él me…me, él me ajá, es muy incómodo decirlo, pero supongo que ya lo sabes—Me miró con pena, yo asentí, demasiado conmocionado como para replicar que dejara la vergüenza conmigo. Yo también estaba avergonzado —Bueno, pasó—Habló rápido—Acabó dentro de mi, y lo que me confirma que estaba consciente o por lo menos con algún sentido funcionando es que se vino diciendo mi nombre.

Un silencio nos invadió.

—Antes que nada...—Dije rascando mi cabello, mientras mordía por dentro mi cachete—¿Te dolió?—Jimin relajó sus hombros.

—De bolas—Dijo—Pero pasa después del momento. Yo...ya lo había hecho antes... No da tiempo de pensar en el dolor cuando estás en esa situación.

—Ya veo…—Silve. Mucha información para procesar. Jimin volcó los ojos y suspiro.

—Bueno, después de eso, se quedó en modo zombie.  Yo me quedé recostado analizando todo y volviéndome loco. Iba a esperar que se despertara para hablarlo, pero cuando lo hizo, seguía igual de mareado y desorientado. Salió y buscó más de donde beber. Yo me arreche, es decir ¿Sabe lo qué acabamos de hacer? Después de un rato lo alcancé en las escaleras y le pedí hablarlo. ¿Sabes qué dijo? “Deja la ladilla, Jimin, acabo de tener el mejor polvo de mi vida, y tengo que encontrar a la caraja” Y coño, marico, naguebona, me sentí como la mierda. No podía hablar de esto con nadie, porque verga, y menos con él. No sé que hacer.

Jimin tenía los ojos aguados. Es ahí cuando me toca mi papel de caso cerrado, cartas del corazón y Alfonzo León, tu arquitecto de sueños. 

—Bien—Me levanté otra vez—Ya creo que me quedó claro el beta y ahora quiero poner las vainas sobre la mesa—Me acomodé—Tiraste con Yoongi, nuestro pana de toda la vida, ustedes dos, bien heterosexuales busca cuca y cabrones—Jimin asintió—Yoongi dice no acordarse de un coño, solo que tiró con una caraja tipo gasparin—Jimin volvió a asentir—Pero te digo de una que esa mierda es paja. Tal vez no se acuerde todo en ultra hd, pero que se cogió a un tipo y ese tipo eras tú, sí lo sabía—Jimin no dijo nada—De bolas que sí, Jimin. Lo que está haciendo es convencerse así mismo y con ganas de que no pasó nada contigo. O sea, simplemente lo esta dejando pasar, así todo en más ¿Fácil? También debería serlo para ti, ¿no?—Jimin bajó la cabeza y se quedó serio, no negó ni acepto nada—Jimin—Lo llamé—¿Te gustó?

Sólo se quedó en silencio mirándome mortificado mientras se mordía el labio.
Fui más directo en mi pregunta.

—Jimin, ¿te gusta Yoongi?

Jimin escondió la cara en sus manos, pero de igual forma pude ver el movimiento lento de su cabeza asintiendo.

Coño e' la madre. Ahora sí que tenemos un beta.

¡Saranghae, coño e' tu madre! [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora