4. Perico

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Llegó el día de la reu.

Andábamos todos emperifollados y perfumaos' en el carro de Seokjin. Yo no sé como cabíamos en esa vaina, estábamos todos amorochados atrás, parecía carro e' payaso.

Llegamos a las doce y veinte a casa de Yesica Daniela—donde era la party— y la música se escuchaba desde una cuadra atrás.

—Marico, Hoseok—me dirijo hacia al chamo al lado mío.—No te vayas a pasar con los tragos porque tas' claro que eres mala copa y no vamos a cargar con tu pea otra vez.

—Coño, de pana chamo, contrólate—dice Namjoon.

—Ah pues, mano, toy' claro, yo lo que vengo es por los culish—se defendió entrando a la casa con la botella de anís en la mano mientras bailaba "Te boté Remix".

Todos nos miramos con cara escéptica y concordamos de que el loco ese iba a terminar vuelto mierda en menos de una hora.

—Seokjin, mano, cuídalo tú—le pidió Namjoon con ladilla.

—Ah no sí, el más pendejo—le sacó el dedo del medio y se lo puso en la cara.—Yo vengo por la comida yo no sé, a mí me dijeron a había comida y con esta situación uno tiene que aprovechar—le dijo para después irse por ahí entre en gentío y la oscuridad.

—Yo lo cuido—dijo Yoongi volteando los ojos perdiéndose también entre la gente.

Estabamos vestidos culitos. O bueno, cada quién con su propia definición de culito. Namjoon parecía freestyler argentino, Hoseok un vomito de estampados de pokemon, Jimin salido de Venezuela premium, Seokjin como si fuera a visitar a su abuela, Yoongi listo para sacar la foto carnet del liceo, y yo con el mismo outfit de todas mis salidas solo cambiando la chaqueta de blue jean.

Yo venía a pasar un rato calida', a pesar de que la mitad de la gente que estaba allá adentro me caía mal y la otra mitad era tukky del cerro. De seguro el marico freso de Taehyung no vino, pa' ladillalo, pero equis. Me había propuesto de pana en pasarla chill. Y eso iba a hacer. Pero calmao', ojo, todo relajao' puro tipo serio cero maricoteo. 

***

Dos horas después...

—VIVA EL PERICOOOOOOOOOO.

Mano senda nota, mano.

Yo no sé donde estoy pero yo lo que estoy es fino, mano. Yo lo que tenía en la mano era cucui suavecito, tas' claro, y al otro momento tenía una botella de una vaina rara que me pasó el pana Juan y el narguile de Namjoon en la otra mientras hacía figuritas astrales con el humo.

—MA MA MA MA ¡MADURO COÑO E' TU MADRE! ¡EH EH EH EH EH EH!—todo el mundo saltaba, las paredes estaban llenas de sudor, las luces de colores por todos lados, el olor a mono nada normal como en convención otaku o reunión de kpopers en la plaza, gente metiéndose en los rincones.

Namjoon andaba bailando sus técnicas tukkys de apariamiento mientras fumaba un cigarro, Seokjin andaba bailando suavecito pegao' a la cocina; el lambucio' ese ni había sudao', Yoongi y Jimin ni idea, y Hoseok andaba montado en una mesa gritando "SEXO ANAAAAAL" con los ojos cerrados. Menos mal que Yoongi lo iba a cuidar.

Yo estaba en la pista, bailando solo y la vez con gente, eso era un arroz con mango, todo el mundo estaba mínimo prendió y alborotao'. Todo estaba demasiado fino, marico, estaba burda' mariao' pero consciente todavía con mis sentidos completos y mi pinta calida', esto daba pa' rato. Entonces hicieron una rueda en el medio y la gente empezó gritar. Alguien que estaba bailando en el centro. Me acerqué y casi me da una verga ahí mismo.

—¡DALE TAE DALE, DALE TAE DALE, DALE TAE DALE!—coreaba el gentío.

Nada más y nada menos que Taehyung moviéndose como si se fuera a desarmar a los ojos de todos. Empezó "La chapa que vibra" y Dios mío, que me lleve el diablo.

—PAPI, TE GUSTA LA CHAPA QUE VIBRA PAPI TE GUSTA LA CHAPA QUE VIBRA PAPI TE GUSTA LA CHAPA QUE VIBRA, ¿TE GUSTA? ¡QUE VIBRA!—las chamas gritaban animando y los chamo silbaban y decían cosas súper homo.

Taehyung maraqueaba su cuerpo como si no hubiera un mañana mientras ponía caras sádicas. El cabello estaba pegado a su frente por el sudor y sus cachetes estaban rojos. Daba vueltas, se agachaba, levantaba los brazos. Tenía que admitir que se movía mejor que cualquier chamo que hubiese visto en mi vida.

A quien quiero engañar, se movía mejor que cualquier chamo o chama, espectro, que hubiese visto en mi vida.

Seguía bailando al ritmo de la música como si el mundo a su al rededor no existiera, o eso pensé hasta que me vio. Marico, no sé por qué, pero entré en pánico, y un calor empezó a subir por mis cachetes también. No teníamos tanta confianza como para burlarme de la situación, ni tampoco tan poca como para ignorarla, así que no sabía que hacer. Pero antes de que mi cerebro subdesarrollado reaccionara, vino él y me lanzó un beso.

Mier-da.

Como reacción cuerda y madura.

Salí huyendo a la cocina.

Me recosté en la pared secando mi frente de sudor mientras regulaba mi respiración. Ojo, porque estaba cansado, no por lo que acaba de pasar. Marico, calmate, Jungkook, que la situación fue rara. Es que ¡De bolas que fue rara! Por más que el carajo sea marico y esa vaina, yo lo había visto muy serio y reservado todas estas semanas. Qué mierda, loco ¿Serán efectos del alcohol? ¿Por qué estoy sonrojado?

—¿Qué haces aquí?—dijo alguien de la nada.

Me sobresalté y el alma se escapó de mi cuerpo.

¡Saranghae, coño e' tu madre! [KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora