𝐕𝐈𝐈𝐈

102 10 0
                                    

𝐏𝐢𝐧𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐲 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨𝐬 𝐚𝐫𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬

Se soltó del agarre de su amiga y empezó a caminar hacia un pasillo en el que no había nadie, sabiendo que la pelirroja la seguía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Se soltó del agarre de su amiga y empezó a caminar hacia un pasillo en el que no había nadie, sabiendo que la pelirroja la seguía. Allí se abrazaron y la rubia se derrumbó.

- Issi... Yo... - y rompió en llanto- Lo si-siento.

- Ey, ¿Qué pasa Abby? Si no me lo dices, no lo podremos arreglar. - Intentó tranquilizarla con éxito.

- Mis padres. - las dos se sentaron en el frío suelo apoyando la espalda en la pared de piedra. Issi la miró instándole a que continuara. - Se enteraron de que me sigo viendo contigo y con Will, ellos - sollozó y su amiga le dio la mano - ellos me castigaron. Fue peor que las otras veces. Fue... Fue horrible. - trató de dejar de sollozar.

- Pero... No es la primera vez, ¿No?- se encogió de hombros pero eso solo la hizo enfadar.

- ¡¿Es que no lo entiendes?! ¡Issi, no pueden vernos juntas! ¡No puedo estar aquí contigo! ¡No puedo volver siquiera a mirarte cuando haya más gente delante! - volvió a romper en llanto y la oji-gris comprendió que esta vez era más complicado que las otras tres veces que los Moore habían descubierto que su hija se veía con una nacida de muggles. La primera vez fue en segundo año, las de la 390 le habían gastado una broma a Ashton Rosier y su grupito de amigos. Eso hizo enfadar tanto al chico que fue a devolverlo en donde a Isabelle le doliera, y eso era Abby. Así que mandó una carta a los señores Moore explicándole la amistad de estas, afortunadamente no tenía ni idea de que se conocían de antes de entrar a Hogwarts. Los padres de la rubia se enfadaron tanto que a parte de castigar a su hija, le prohibieron volver a tener contacto con Issi. Cosa que no cumplió, pero Rosier quedó suficientemente amenazado como para volver a meter las narices en el asunto.
Las otras dos veces que esto ocurrió fueron menores, pues solo eran suposiciones de los señores Moore.
Por lo visto esta vez era mucho peor.

- Ellos me dijeron que debía aprender a comportarme, que era superior y bobadas de esas que no hacen más que salir de sus bocas. Pero... - volvió a sollozar - pero esta vez mi madre decidió hacer algo sin mi permiso, algo que ella supuso que me haría reaccionar.

- Y... ¿Qué es? - preguntó Issi con toda delicadeza después de que esta dejara de llorar, pues por lo que le había contado Abby, la señora Moore era muy estricta.

- Quieren casarme.

- ¡¿QUE?!¿Con quién?¿Cuándo?¿Cómo?¡¿QUÉ?!

La pelirroja se pasó las manos por la cara. Eso era su culpa. Casarían a su mejor amiga, solo por estar con ella. ¿Cómo podía haber sido tan egoísta? Era obvio que sus padres tomarían medidas si no se separaban. Un nudo se instaló en su garganta. Era definitivo, había condenado a Abby a vivir con alguien a quien no quería, simplemente por su amistad. Era injusto, muy injusto.

𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora