𝐈𝐈

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𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐥𝐥𝐞𝐣𝐨𝐧 𝐃𝐢𝐚𝐠𝐨𝐧

Al fin se había acabado el verano, no es que Isabelle se quejara, pero apenas había visto a Abby porque se había ido con sus padres de vacaciones todo el verano, y Will se fue durante un mes a un campamento de verano junto con sus amigos

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Al fin se había acabado el verano, no es que Isabelle se quejara, pero apenas había visto a Abby porque se había ido con sus padres de vacaciones todo el verano, y Will se fue durante un mes a un campamento de verano junto con sus amigos. Además de que hoy era el gran día, en unas horas tendría su propia varita, y en menos de una semana, Abby y ella estarían rumbo a Hogwarts.

Isabelle se duchó y vistió con unos pantalones vaqueros cortos, una blusa blanca de lunares azul oscuros y unos playeros blancos. Cuando la pelirroja bajó a la cocina sus padres ya estaban allí vestidos y desayunando. Thomas miraba el periódico mientras que Susan se comía su tostada. Los dos, que estaban conversando, se callaron al ver a su hija entrar.

- Buenos días cariño. - Saludó Susan alegremente. Issi sabía que su madre estaba feliz por ir a tiendas de magos. Thomas no se encontraba tan alegre, pero sabía disimularlo.

- ¡Buenos días! - Respondió alegremente la pelirroja. - ¡Hoy por fin conseguiré mi propia varita!

- Ya lo sabemos, Andromeda. -A la pequeña le extrañó que su padre la llamase por su segundo nombre ya que nunca lo hacía a no ser que estuviese muy enfadado, como cuando hacía magia. -  El profesor nos dijo que fuéramos a la dirección de este papel - Dijo Thomas cogiendo un papel que estaba en la puerta de la nevera - ¿Qué es el caldero chorreante? ¿Qué clase de nombre es ese? ¿No se les ocurría nada mejor?

- ¡Seguro que es una tienda de magos , Papá! ¿No es genial? - La pequeña estaba muy emocionada. Susan miró  a Thomas hasta que este suspiró y se volvió a sentar en su sitio.

Cuando los tres acabaron de desayunar se montaron en el coche, ya que Will llegaría al día siguiente porque estaba en el campamento con sus amigos. Thomas conducía en silencio mientras Isabelle gastaba bromas sobre la magia, o sobre cómo sería la vida de un mago, Susan de vez en cuando hacía comentarios a las bromas de su hija. Cuando llegaron a donde decía el papel, la familia se bajó del coche y, si no hubiesen tenido la dirección exacta del señor Longbottom, ni siquiera se habrían fijado de la existencia de este local, era un bar diminuto y de aspecto mugriento . Cuando pudieron apreciar que el bar por dentro estaba muy oscuro y destartalado. Unas ancianas estaban sentadas en un rincón, tomando copitas de jerez. Una de ellas fumaba una larga pipa. Había mucha gente vestida de una forma un poco extraña para gusto de Thomas. En una esquina se escuchaban ruidos, como si estuviesen en reformas. Unos gemelos rubios de ojos azules, más altos que Isabelle, pasaron por delante de la familia corriendo. A lo lejos, Susan fue la primera en ver al profesor Longbottom junto con una mujer baja, de ojos marrones, rubia y de piel clara. Los tres Stone se acercaron a ellos.

- Buenos días señor Longbottom .- Saludó Isabelle efusivamente, cosa que hizo sonreír al profesor longbottom y a su acompañante.

- Hola de nuevo, Isabelle. Bienvenida al caldero chorreante, un lugar famosísimo entre los magos - Neville le guiñó un ojo y dijo orgulloso -  su dueña es, aquí presente,mi esposa Hannah.

𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora