¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ー¿Puedes volar?ー Le pregunté en la madrugada.
ーClaro, si tuviese mis alas lo haría, pero no las tengo ahora en éste cuerpo.
ー¿Extrañas tus alas?
ーNo, claro que no. Incluso las odiaba. No me gustaba volar, me daba miedo y varias veces me caí.
Seguía sin creerme lo del hada, pero ella se veía feliz hablando de eso. Solía hablar y no parar hasta que yo le preguntaba algo más.
De pronto mis días aburridos estaban llenos de ella contándome sus historias en el mundo de las hadas. Y yo dejé que siguiese porque no tenía nada mejor en que perder mi tiempo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
