✧ 𝙖 𝙗𝙡𝙤𝙣𝙙𝙚 𝙛𝙖𝙞𝙧𝙮 ; 𝘮𝘦𝘢𝘳𝘪𝘳𝘪

ー 𝙩𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮

Ella sólo era una torpe hada. Era lo que la gente de su alrededor murmuraba.

Era algo triste y lamentable. Porque nadie se tomaba la molestia de ocultar su opinión. El primer día con sus alas, Mary perdió el equilibrio y se llenó de barro. La gente estuvo ahí solamente para burlarse de ella.

Pensó que era la persona más desgraciada de ese pueblo, porque era un hada torpe que temía a volar. ¿Qué pasaba si caía de nuevo? Y el mundo la odiaba tanto que la hizo perecer de una horrible maldición.

Porque tratando de jugar y llenarse de valor para despegar el vuelo, se cayó de cara y raspó sus rodillas.

Pero eso no fue lo trágico.

"¿Necesitas ayuda?"

Miró a la chica frente a ella. Carecía de algún signo que le mostrase que era de su misma especie. Jamás había visto a un hada tan hermosa. Pensó para sí misma. Y sus ojos azules la hipnotizaban con sólo verlos.

Miró detrás de ella, ¿No tenía alas? Quizá le crecerían con el tiempo. Pero eso era imposible. Se veía un poco mayor que ella. Entonces no era hada, ¿Qué clase de criatura sería?

Si era una bestia feroz, estaba segura de que era la más hermosa que había visto.

ーEres humana. ー Dijo en un susurro. ー¿Perdón? ¿Estás bien?

Le estiró la mano, pero el hada sabía algo. No debía tocar a los humanos. Eran malos y temibles. O al menos eso le decían los adultos. Con malos sentimientos y astutos.

Debía cuidarse de ellos.

ー¡Dios, estás sangrando!.

Le dijo su nombre y decirlo con su propia voz le hacía sentir cosquillas.

"Ririka"

Sonaba bien en su cabeza y mucho mejor saliendo de sus labios.

Y tocarla no le hizo enfermar o morir en segundos. Más bien, fue como tocar una suave textura cálida que ni sus padres le habían dado. Porque si caía ella tenía que levantarse sola. Le dirían idiota o torpe y seguiría su camino.

Ririka era dulce y divertida. Era la única que la llamaba por su nombre sin apodos extraños y le ayudaba a curar sus heridas. Dijo que sus alas eran hermosas y que le cuidaría el secreto para toda la vida.