¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ーHey, si vienes de nuevo, tienes que venir directo a mi casa, ¿De acuerdo?
De nuevo sólo asintió con la vista fija al cielo. No dije nada más, aunque tenía ganas de decirle que quería que se quedase conmigo. No sabía de dónde venía realmente. Ni siquiera sabía si en serio era un hada o una simple humana que tocó una puerta al azar en una tarde de verano.
Lo único que sabía era su nombre y que se había vuelto alguien muy especial para mí.
No volvimos a hablar. Siquiera nos miramos. Caminamos aún de la mano hasta la entrada donde nos habíamos encontrado y ella me abrazó apenas tuvo la oportunidad.
La escuché sollozar por al menos dos minutos y mi hombro se sentía mojado.
ーHey, si que eres torpe. No voy a irme o algo así, estaré en la misma casa cuando vuelvas. ー Mis palabras no parecían hacerla feliz, Mary seguía abrazada y algunas personas nos veían al caminar. ーOye, no llores, tonta. En serio vamos a volver a vernos. Voy a escribir y tú no puedes echarte para atrás. Voy a encontrarte, ¿Está bien? Si no tocas mi puerta ese día, voy a ir a buscarte para que me dejes leer tu libro.
Entonces pensé al fin en algo que la hiciese feliz.
ーAún me debes un deseo. ¿No? Tienes que volver.
Ella río por lo bajo, porque nunca pudo cumplir realmente un deseo. Aunque sí que conseguí una amiga al encontrarla. Ella al fin dejó de abrazarme y fue ella quien me dijo que era muy torpe. Limpió sus lágrimas y volvió a ser feliz.
ーNos vemos hasta el próximo verano. ー Mencionó antes de despedirse.
ーNos vemos.
Y así se fue de mi vida. Justo como apareció, pero nuevamente, nunca nada es como lo imagino.
Porque ella se dió la vuelta y corrió hacia mi antes de robarme un beso y salir huyendo. Y yo me quedé ahí, como imbécil sin saber qué hacer o decir.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
