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Estaba realmente estresada. La pila de libros llenaba mi escritorio y tenía que arreglarmelas para que mi cerebro aprendiese lo de todo un año en dos semanas.
ー¿Y si dejo la universidad?ー Sonaba como un buen plan.
Tener una vida mediocre trabajando como camarera o una cosa similar. No tenía ganas de nada. Era gracioso, podía ver la cara de decepción de mis profesores.
"Tendrás un gran futuro"
Se la vivían diciéndome eso.
"No hay nada que no puedas hacer"
"Ya verás que la universidad será pan comido para ti"
Estaba llena de elogios y grandes esperanzas, pero realmente no sabía qué hacer. ¿Qué harían si supiesen que la mayor de las hermanas Momobami estaba a punto de cambiar de carrera? Ya los podía ver, diciendo que moriré de hambre si me dedico a escribir libros. Qué en eso no hay futuro y que lo importante es la aritmética, el cálculo, la trigonometría o cualquier ciencia.
Estaba demasiado atascada. No me llenaba estudiar eso. Y a los veinte años ya era tarde para iniciar de nuevo, pero qué más daba. Realmente no perdía nada en intentarlo, me había sido imposible pasar mis materias y ahora tenía que presentar el examen de reubicación.
"Tock tock"
Escuché dos golpes. Luego siguieron cinco y pareció divertido. Alguien está tan alegre que quiere hacer música en mi puerta.
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