BloodMoon (Twice Au)

𝕱𝖔𝖗𝖌𝖎𝖛𝖊 𝖒𝖊

—¡Ni te atrevas a dar un paso mas o voy a matarte! ¡Hablo en serio park!—

—Sana, no tienes porque seguir actuando de esta manera— Suplicó jihyo con un tono tan adolorido que solo fue el comienzo de sus lagrimas

La japonesa estaba fuera de si, el atardecer en la luna de sangre anunciaba el inicio de la noche roja, y sana no quería tener a Jihyo cerca despues de lo que sucedió en el pasado

—¡Tenemos que buscar a dahyun!—

—¡Lo haré por mi cuenta! ¡Alejate!— Gritó, lanzandole la silla en la que se encontraba sentada, jihyo la esquivó y siguió caminando hacia sana, que cada que hallaba algo que tirarle lo arrojaba

Hasta que la coreana frenó de golpe y miró fijamente a sana con un rostro de preocupación

—Escuchame, si no me quieres cerca al menos escuchame por favor, necesito que me escuches al menos—

Ella siguió retrocediendo hasta quedar a una distancia segura. por lo menos se había detenido a escuchar a jihyo, podría ser indicios de que en su corazón aun sentía algo

—Estoy cansada, estoy cansada de que no podamos convivir, te juro que si despues de esta noche no puedo volver a hablar contigo voy a volvereme loca, Sana, por favor, quiero que al menos seas capaz de darme una segunda oportunidad, yo no quería lastimarte y eso lo sabes muy bien—

—...—

—Di algo, no me dejes así, es la ultima vez que voy a suplicarte por perdón, ya no voy a soportarlo mas—

La luz del sol comenzaba a terminarse, sana aun estaba siendo iluminada por los rayos del sol, pero el anochecer rojo le llegó a los pies, eso la asustó y no permitió que dijera algo, se encontraba inerte ante una jihyo totalmente devastada

La sombra roja ya cubría por completo a sana, y el satélite se alzó remplazando al sol. La luna de sangre había comenzado

—Jihyo...—Sana se mordió los labios intentando interpretar cual sería la mejor decisión

Si dahyun se había vuelto tan cercana a jihyo, entonces no podría ser tan mala entonces. Pensó la japonesa, sin despegar la mirada de su Ex amiga

—Hay que buscar a Dahyun, podría estar en peligro— Contestó ante las suplicas de jihyo, haciendo que se levantara y le diera la espalda

—Lo entiendo, gracias por ser sincera...—

—¿A donde vas?—

—A buscar a dahyun, despues a quien sabe donde—

—Jihyo, me refería a que la buscaramos juntas— Y con esas palabras volteó, con una sonrisa enorme en su rostro junto con las manchas de lagrima que había tirado por la culpa

No era un perdon directo, pero era algo con lo cual comenzar

Y una segunda sana apareció de la primera, despues una tercera, una cuarta y una quinta, ninguna tenía conciencia propia, todas estaban manejadas por la real, y haciendo una seña extraña les ordenó que fueran a buscar por toda la ciudad mientras que volteaba a ver a jihyo

—No recuerdo la ultima vez que vi algo así...—

—No pierdas tiempo hablando, sígueme—

(...)

—¡Dahyunie! ¡Sal de donde estés! ¡Ya no es gracioso!—

—¿Cuándo lo fue?—

—Eso no importa, es de noche y esa chica no sale por ningun lado—