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Tal vez Yuqi llevaba demasiado tiempo siendo controlada, a este punto era completamente irreconocible de quien fue en algún momento, yendo mas allá de haber perdido su ojo, o de la doctrina del imperio ¿Quien fue antes de todo eso? Ni siquiera se molestaba en pensar algo así, solo se mantenía en el balcón apreciando la luna roja como si fuera una deidad

La sensación de poder que daba la luna de sangre podía resultar embriagante para muchos, y de ahí salían condenados desesperados por liberar sus fuerzas contra algo, así como pasó con Sana y Jihyo. Yuqi sabía controlar ese deseo, aunque seguía siendo alguien ansiando mas poder

Nayeon estaba tocando un instrumento chino llamado ehru, su cuello estaba encadenado y atado a un pilar, las manos concentradas en el arco y la cuerda, como si su unico proposito para existir fuera eso

Alguna vez le había cantado y compuesto canciones a Tzuyu, pero debido al control mental que tenían sobre ella, ahora lo hacía para Yuqi

—Coreana ¿Por qué has parado de tocar?—La china le llamó la atención al notar como Nayeon apartaba ambas piezas del instrumento

—Debe ser complicado—Alzó la mirada, y su mente parecía haber salido del control mental por unos segundos—Matar miles de personas esperando que el regrese a una—

Yuqi la vio con disgusto, no entendía como entró en razón, ni como su tonta y torpe personalidad fue cambiada por un comportamiento mas serio y severo

—No eres nadie para cuestionar lo que estoy haciendo—

—Te traicionará en cuanto le consigas lo que quieres...—

—Antes que eso suceda, yo lo traicionaré primero—Atentó con un tono tan intenso como la rabia que tenía, caminando en dirección a Nayeon—No comprendes nada, porque nunca podrás entender por lo que estoy pasando—

¿No? ¿Y como sabes que es así?—

—Solo eres una coreana insignificante—

—Si soy tan insignificante mátame...de nuevo—

—Tengo planes para ti, puedes contar con que lo haré cuando tu trabajo termine—Extendió su mano, haciendo que una luz roja oscura saliera de sus manos, y comenzara entrar en Nayeon—Ahora sigue tocando—

—Como ordene...—Regresó al trance, obedeciendola

Las palabras de nayeon no fueron suficiente para que Yuqi se sintiese culpable, no lo había hecho ver a cada de sus victimas suplicar por piedad, no lo haría ella. Y el momento de mover el ejercito al oeste estaba por comenzar, con la llegada de Lucas a la cima de la torre

—No hay rastros de Kim Dahyun, sospechamos que está cerca de las fronteras si ella asesinó a los reyes—

—Ya no se preocupen por Dahyun, yo misma me encargaré de que su luz no vuelva a opacar a nuestra luna. Acompáñame al volcan, ha llegado la hora—

(...)

—¡¿UNA REINA?!—

—¡ESO ES LO QUE RECUERDO! ¡NO TIENEN PORQUE GRITARME!—

—¿Pero como podrías ser una reina? ¡No hay rastros historicos de un "Reino solar" O alguna cosa por el estilo! Me parece que fue una confusión tuya...—

—No jihyo, lo vi muy claro entre mis recuerdos. Pero de todas maneras...tampoco recuerdo mas allá de ser una, tal vez no soy una literalmente, hasta ahora se que tengo una familia, y según yo esta es la personalidad que tenía antes de perder la memoria, luego vino esto. Mina...—

La vidente volteó al escuchar su nombre, y negó con la cabeza, casi como si hubiera visto lo que Dahyun quería preguntarle

—Bueno, eso no cambia nada, quiero pedirles que ayuden a vigilar las afueras del reino, sería lo mejor que podemos hacer antes de comenzar con la invasión—Pidió Chaeyoung con lo brazos cruzados—Pero si estás dispuesta a cambiar cosas de nuestros planes aun hay tiempo—

BloodMoon (Twice Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora