𝕿𝖍𝖊 𝖘𝖊𝖈𝖗𝖊𝖙𝖘 𝖔𝖋 𝖙𝖍𝖊 𝖒𝖔𝖔𝖓

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—Alteza, estamos desesperados por la situación con la alianza. En Tailandia están habiendo muchos ataques a pueblos externos, no podemos hacer mucho para defendernos, tienen demasiada tecnología en comparación con lo que tenemos nosotros—

—Un grupo de tropas de la alianza tomó una de nuestras provincias en menos de una noche, hasta ahora nos mantenemos defensivos a un siguiente ataque, pero si siguen a este paso. Los japoneses caeran. Chaeyoung, tu reino ha sido el unico capaz de defenderse y atacar ciudades de la alianza—

—Escuchen ustedes dos, si quieren discutir el tema debemos de hacerlo de manera formal. En un concejo, con representantes, Yuta, Ten, necesitan un representante en el consejo que sea de su nacionalidad—

—Yo seré la representante de Ten— Lisa alzó la mano, pero Yuta no parecía tener compañía

—Lo siento, sin representante no hay reunión—

Realmente le daba igual a chaeyoung, pero quería entorpercer todo para que dejaran de molestarla

—Buscaré un representante antes de mañana—

(...)

Las lunares mantuvieron el perfil bajo quedandose en sus habitaciones respectivas, todas menos una

sana se fue del castillo y se adentró en la ciudad intentando encontrar algo de calma. Una capital tan grande que no se comparaba en nada al pueblo en el que vivió antes,  maravillada con el sitio, sonrió

El estilo coreano solía ser algo similar al japonés, pero esto era un poco mas avanzado, pues las calles estaban pavimentadas, los edificios si bien seguían el estilo tradicional, estaban hechos de material mas resistente, sana encontró un sitio para alejarse de todo, enfrente de un palacio coreano con un enorme jardín enfrente, varias personas iban de paso pero algunas se quedaban a disfrutar del día, no pensó mas  y se recostó en un árbol, cerrando los ojos, meditando

O lo intentó, pues una conversación cercana le llamó la atención

—No se que haré sin un representante, es importante que chaeyoung entienda lo importante que es esto—

—Presidente, yo podría ser su representante—

—No, no puedo usar a militares para temas políticos y de diplomacia, debe de entender que esta no es su labor—

A sana se le hacía conocida la voz, pero no le llamó suficiente atención para averiguar

—¿Y si no consigue uno?—

—Estaremos acabados por lo que parece—

—La reina prometió ayudar, no entiendo porque no quiere hacerlo ahora—

—Chaeyoung dijo que podía contar con nosotros en caso de que el plan de la alianza se llevara a cabo, pero aparte de eso estamos por nuestra cuenta. Y sabiendo lo rigida que es, no dejará que converse sin representante—

—Presidente...—

—Ya basta con lo de presidente, soy Yuta—

—¿¡NAKAMOTO YUTA!?—Sana se levantó rapidamente solo para darse cuenta de que el presidente japonés era un viejo conocido, que quedó igual de helado al verla

—¿Minatozaki?—La sonrisa incredula de Yuta demostró la misma sorpresa—¡Es imposible! ¡De verdad saliste de tu casa!—

—¡Y tu dejaste de ser un imbecil!—

—Soy político, soy aun mas imbecil—

Sana se rio, y caminó para tocar a Yuta intentando ver que tanto había cambiado, pero el solo la apartó

BloodMoon (Twice Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora