𝖙𝖍𝖊 𝖐𝖎𝖓𝖌 𝖎𝖘 𝖇𝖆𝖈𝖐

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Realmente cualquiera pensaría que en ese estado las tres intentarían hacer algo en contra de bambam, que las ignoraba por completo concentrado en robarse todo lo que podía antes de que los soldados lo espantaran, pero era otra la realidad

Mientras que jeongyeon se estaba acicalando, jihyo era arañada una y otra vez por sana, que le hacía gruñidos y chillidos apenas se le acercaba un par de centimetros

y claro, bambam aprovechaba que no había nadie para detenerlo de robar

Aunque jihyo ya tenía un montón de advertencias sobre no acercarsele a sana no se detuvo, y comenzó a caminar en circulos como loca intentando llamar su atención. Jeongyeon no le prestaba nada de importancia, estaba en sus propios asuntos

en realidad era como si convertidas en mapaches se olvidaran de todo lo que sucedía. No reconocían que bambam se había hecho pasar por lisa o algo por el estilo, ahora solo se concentraron en otras cosas. El hechizo se encargaba de que fuera asi

Incluso siendo transformadas en animales sana tenía un claro odio y desprecio hacia jihyo, algo que su contraria respondía con chillidos de tristeza, tratando de moverse lentamente en dirección de sana, le colmó la paciencia

para cuando la japonesa se lanzó en contra de jihyo mordiendole el cuello con fuerzas mientras que la coreana intentaba quitarsela encima raspando su estomago con sus patas. Jeongyeon se encontraba en su propio mundo, al notar la pelea que se había formado fue corriendo a tratar de separarlas, una escena que si fueran humanas sería dramática, pero convertidas en mapaches era completamente graciosa

bambam tenía que irse antes de que los soldados llegaran a esta zona, pero la avaricia rompe el saco, y mientras mas oro acumulaba en sus sacos, mas se obsesionaba con tener un montón de riquezas

al otro lado del templo, momo y dahyun se estaban tomando las cosas muy calmadas sabiendo que debían de ir en busca de una salida o reencontrarse con el grupo. Dahyun tenía al mapache sobre su cabeza mientras que su contraria iba adelante de ella con una antorcha

—Me estoy cansando...— Momo volteó al escuchar a dahyun quejarse, solo le quedó rodar los ojos e ignorar sus quejas— ¿Cuándo vamos a llegar?—

—¿Crees que yo lo se? Si nos apresuramos solo te cansarás mas, tarde o temprano encontraremos algún camino que nos lleve a otro sitio—Alumbrando hacia las paredes, momo se dio cuenta de algo— ¿Que es esto?—

lo que estaban viendo eran pinturas de personas, demasiado tiempo y aun se mantenian como si fueran recientes. en ese instante, el mapache que las acompañaba comenzó a hacer ruidos, que desviaron la atención de las pinturas

—¿Y a este que le pasa?— Momo miró el rostro del animal, que no era muy facil de descifrar lo que estaba pensando

—¿Este? ¿Como sabes que es un chico?—

Momo acercó su mano hacia la cola del mapache y la levantó, llevandose una sorpresa

—Es hembra, ¿Pero eso importa ahora? ¿Quien pintó estás cosas?—Respondió Volviendo a apuntar hacia los retratos de las personas

los chillidos de su nueva mascota no cesaron, hasta que se bajó de la cabeza de dahyun para quedar en el suelo, olfateandolo y mirando hacia los lados. Parecía estar reconociendo el sitio donde se encontraba, dahyun y momo regresaron su atención hacia el por segunda vez

—¿Nos quiere llevar a algún lado?—La coreana se dio cuenta de como la mapache se le quedó viendo por un rato, y luego movía su cabeza apuntando hacia enfrente, comenzando a caminar al notar que dahyun y momo iban detrás de ella

momo tampoco despegaba la mirada de los dibujos, cada uno era de una persona diferentes, como si estuvieran registrando un legado. Hasta que el animal frenó enfrente de la pintura de un hombre, abajo de ella tenía un escrito en tailandés

BloodMoon (Twice Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora