𝖂𝖊𝖑𝖈𝖔𝖒𝖊

282 39 10
                                    

Horas de la noche

Este viaje no sería para nada corto, pero Jeongyeon y yo nos encargábamos de entretenernos con cualquier cosa que veíamos por el camino, la noche abrazó esta parte del mundo y debíamos de acampar para continuar al siguiente día

Una fogata de tamaño mediano, los caballos atados a unos arboles, y los peces que cazamos de un arroyo cercano fueron lo que dieron algo de interesante a esta noche. Ambas nos veíamos mientras comíamos, sin decir absolutamente nada, por lo menos hasta que ella habló

—¿Que se siente morir de hipotermia?—

—Han pasado mucho, ¿Debería de poder recordarlo?— suspiré, trayendo a mi mente un montón de recuerdo de cuando estaba viva

recordaba de todo, menos de las personas con las que conviví, tenía recuerdos borrosos de alguna que otra amistad de esos tiempo, pero algo si tenía claro, la sensación de morir congelada

—Tu sangre...llega un punto donde se cristaliza y te provoca hemorragias internas, luego la sensación horrible de estar quemandote del frío, eso por al menos treinta minutos, no es una muerte muy rapida—

Jeongyeon se imaginaba que se sentí, aunque solo se quedó callada, asintiendo con la cabeza

—Y tu...¿Que se siente morir envenenada?—

—No lo recuerdo con claridad, recuerdo sentir mucha picazón el cuerpo y sudar como puerco, tuve mareos por al menos cinco minutos hasta que me desvanecí—

—Que suerte tienes, una muerte así a cualquiera le gustaría—

—Nadie desearía morir—

—Es lo que tu crees... ¿Sabes lo que le pasa a los humanos que mueren en luna de sangre? La luna les concede un poder especial y único, por encima de todos los demás—

—Mina es una eclipse, ella...su ojos son verdes, ¿verdad?—

—Si, el don de mina seguramente es uno de los mas utiles, podrá no ser la mas fuerte, ni la mas rapida, pero si es la mas lista...la hace muy peligrosa, y lo peor es que es tan pacifica que no le haría daño a una mosca—

—¿Que otro don podría dar?— Insistió Jeongyeon, interesada— Me imagino que conociste a algún condenado con dones de la luna—

—He conocido varios, pero son tan impredecibles que prefiero nunca volver a cruzarme con ellos—

—Suenan realmente peligrosos—

—Todos los condenados lo somos—Mirando la luna de esta noche, me tiré en el suelo, cerrando los ojos— Despiertame temprano, así tardaremos menos en llegar—

Por otro lado, momo estaba haciendo lo que claramente había dicho que iba a hacer, irse en pie hasta los territorios de japón como si no se cansara, era plena noche, y se quedó sentada en un árbol para descansar, aunque no tenía intenciones de dormir

Desde donde se encontraba podía ver la fogata que jeongyeon y Jihyo habían hecho para cocinar sus peces, se le hizo muy curioso que aun ellas montando a caballo seguían el mismo ritmo de una chica que estaba caminando

—Uh...debe ser divertido estar acompañada—Dijo para sus adentros, teniendo un ligero sentimiento de soledad, ¿Que la detenía de decirle a esas dos chicas que quería formar parte de su aventura? Tampoco es que estando muerta en vida tuviese mucho que hacer

Ese pensamiento ni siquiera pasó por su cabeza, y colocandose de pie, comenzó de regreso su propio camino, ignorando pro completo a ambas, les pasó por muy cerca, pero su manera de andar la hizo indetectable

BloodMoon (Twice Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora