Conduciéndome a la locura

XVII. ¿Quién es Dexter?

Aunque hoy ya no sea el día de San Valentín, aprovecharé para desearle a todas un feliz día y decirles que las quiero mucho. Gracias por formar parte de mi familia de lectores<3. Siempre recuerden que es importante expresar amor a sus seres queridos todos los días, no uno en específico y menos porque la presión social lo demanda. También los pequeños detalles cuentan, y por eso les traigo este en un día particular. Espero que disfruten el capítulo tanto como lo hice yo escribiéndolo.

Dedicación a: @jessmillan97. Lo prometido es deuda ;-)

Recomendación del día: Mini serie: Alice [SyFy]. No siempre estaré recomendando libros, sino series también como en este caso. Esta en especial me encantó, la vi en un día entero por lo cortito de los capítulos y la disfruté muchísimo, principalmente porque está basada en una de mis historias favoritas: Alice In Wonderland.

Estaba sentada en una mesa de la cafetería, mientras reposaba mi cabeza sobre mis brazos, ignorando completamente mi media llena bandeja de comida. Nicole no podía reprocharme nada, porque sabía que no estaba de humor. Me las había arreglado para pasar por alto el bullicio general del lugar, pero cuando escuché el plástico de las bandejas estrellarse contra la mesa y cierta voz masculina, una ola de irritación atravesó mi cuerpo.

Aún así, no levanté la cabeza.

—¿Qué le sucede? —preguntó Jones.

—Está deprimida —respondió Nicole de manera casual.

No es que no le importase mi estado mental. Llevaba todo la mañana así, por lo que ya se había acostumbrado, y después de varios intentos fallidos, también se había rendido con respecto a animarme.

—¿Por qué?

—Jessica está cas… —pateé a Nicole debajo de la mesa para que no dijera el verdadero motivo. No quería que los chicos supieran que me habían castigado por reprobar el último examen de química, en especial Jones, que me había superado por mucho con un 10. Ni en mis sueños más locos lo hubiese creído—. Está así porque vio una película de maltrato animal anoche —repuso Nicole con voz tosca, seguramente enojada por haberla pateado.

Hubo silencio.

Por un momento pensé que no se habían tragado la mentira, hasta que alguien volvió a hablar.

—Vaya, así que Foller tiene un lado sensible —apuntó Jones.

Rodé los ojos, aunque no pudiesen ver mi rostro.

—Es una chica, se supone que lo tenga —me defendió Nicole.

—Apuesto que ella en realidad tiene un gran corazón.

Levanté un poco la cabeza y vi que Young me estaba mirando con una cálida sonrisa en sus labios. Cuando nuestros ojos se encontraron, me dio la impresión de que los suyos podrían perforarme profundamente, hasta alcanzar ese lado sensible del cual habían estado hablando. Pero yo no quería eso, ¿o sí?

Tímidamente, volví a esconder mi rostro entre mis brazos.

La conversación tomó un rumbo diferente, los chicos comentaban que con el acercamiento del campeonato regional, el entrenamiento se había hecho más arduo y extenso. Uno de los temas de conversación de Nicole era acerca de sus lecturas semanales, y no dudaba en darnos breves reseñas sobre estas, aunque la mayoría de nosotros no fuéramos lectores natos. Sin embargo, los chicos mostraban especial interés por los libros clásicos que en su mayoría habían sido adaptados a películas. Si me detenía a pensarlo, era un poco extraño que un par de adolescentes se interesasen por el cine de antaño, pero realmente no importaba, me entretenía escuchando sus críticas.