Conduciéndome a la locura

XVI. ¿La chica-planta?

Hola, personitas bonitas que me leen. Lamento haber tardado en actualizar, ocurrieron algunas cosas... Pero al menos no me tardé de 3 semanas a 1 mes como solía hacer. Estoy mejorando, ¿eh? Para recompenzarlas, les traigo un súper-mega-capítulo, el cual escribí con mucho amor y esperó que les guste. Y si se están preguntando cosas como: “¿Qué le pasa a esta? ¿Por qué está hablando de manera tan empalagosa?”, se debe a que me encuentro de muy buen humor, porque Conduciéndome a la locura ya superó los 2600 votos. ¡Sí! Muchísimas gracias a todas :')   

Dedicación a: @Sempiternash (sí, esto es una excusa para que entres más seguido a Wattpad). 

Recomendación del día: Un Tipo Extraño, de @AngRev. Esta historia ya la había recomendado en otro de mis apartados, pero la quise recomendar aquí, porque es una de mis cosas favoritas y quiero que todo el mundo la lea.

—Dices que Danny las llevó por unas malteadas —sopesó Nicole con los ojos cerrados, mientras descansaba la cabeza sobre el tronco de un árbol—. Quién lo diría, él tomó mi sugerencia —sonrió complacida.

—¿Ah? —fue lo único que pude decir perpleja.

—¿Él no te lo dijo? —se sentó en una posición recta, mirándome con curiosidad. Nicole aprovechó mi silencio para continuar hablando—. Me costó un poco, pero ayer logré persuadirlo para que me dijera qué había ocurrido entre ustedes dos. Me contó lo del beso —eso explicaba porque Nicole no había lucido sorprendida cuando yo se lo conté—, y luego me dijo que lo habías estado evitando toda la mañana. En realidad, Danny estaba preocupado por ti…

—¿Y, entonces? —pregunté ansiosa, como si mi amiga no hablara lo suficientemente rápido.

—Entonces, él me preguntó qué podía hacer para arreglar las cosas contigo. Yo le sugerí que te invitara salir, y me alegra haberlo hecho —admitió con orgullo.

—¿Por qué hiciste eso? —dije indiferente a su reacción.

—Porque Young es mejor que cualquier otro chico gótico —respondió con el mismo entusiasmo. Ese tema otra vez no, por favor—. Entre tus opciones amorosas, él es la más viable. Ahora, míralo de esta manera: ¿No te encantaría tener una cita real con él, que Young te envolviera con esos fuertes brazos y luego…?

—¡No! ¡No tendré sexo con él! —exclamé avergonzada, al mismo tiempo que una ola de calor azotaba mi rostro.

—¿Qué? —Nicole parecía confundida. Luego se llevó una mano a la mejilla, posando su mirada en ningún punto en particular—. Yo no hablaba de eso, pero supongo que él en algún momento querría hacerlo contigo.

Fruncí el ceño.

—Yo no quiero hacer “eso” con nadie —protesté.

—Vamos, Jessica, eso es algo biológicamente normal. Sobre todo en adolescentes hormonales como tú, como yo y el resto en la secundaría.

—Lo lamento, pero yo soy tan asexual como una planta —dije a la defensiva.

Miré a Nicole suspirar, lista para escuchar otro de sus argumentos. Sin embargo, alguien más habló en su lugar.

—No es mi intención interrumpirlas —volteé en dirección a la voz, donde Jones se encontraba de pie frente a nosotras—, pero, ¿podrían venir al centro? La clase está por comenzar.

Intercambié una mirada con mi amiga, antes de ponernos de pie y abandonar la sombra del árbol.

Mientras caminábamos al centro del patio detrás de Jones, me pregunté si él había escuchado algo de nuestra conversación. Y como si lo hubiese llamado telepáticamente, Jones volteó sobre su hombro hacia mí y sus labios formaron una autentica sonrisa de burla, antes de volver la mirada al frente. Cuando mi duda hubo desaparecido, deseé que la tierra se abriera y me tragara...