I'm here alone inside of this broken home

298 20 1
                                    

04:35 p.m.

Nueva York, NY.

Julia Wolfhard Brown's P.O.V

Nunca odié tanto ser una chica que le gusta estar en casa como ahora. Mis amigos me alejan de ellos y con mamá y papá peleando todos los días no ayuda en nada.

Obvio es normal de ser una adolescente "normal", mis padres se conocieron a los once y doce años grabando una serie que seria la mas esperada a sacar nuevas temporadas en Netflix después. Mamá me tuvo a los veinticuatro, según mi tía Sadie yo era la bebé más esperada de famosos en aquel entonces, mantuvieron mi perfil bajo mis primeros años. Cuando conocieron mi cara por primera vez, aparecieron todo tipo de preguntas sobre mi futuro: "¿será modelo?" "¿habrá adoptado los dones de sus padres?" "¿sabrá tocar la guitarra?" "¿sabrá de maquillaje?".

Pues sé tocar la guitarra eléctrica, sé de producción, sé de maquillaje, sé de mucho. Empecé a estudiar en casa a los doce y hoy en día tengo quince.

Me paso la mayor parte de los fines de semana en casa, en mi habitación, tratando de sacar acordes de canciones con la guitarra. Nunca repito alguna canción, siempre depende de mi estado de ánimo y por lo normal lo hago cuando mamá y papá están discutiendo, nunca los quiero escuchar. También canto, como sea, pero lo hago, llevo mis sentimientos muy a flor de piel.

Era una especie de terapia para mí, descargarme con esas canciones, demostraba lo que sentía cuando no podía decirlo hablando realmente, un desahogo mientras siento que las paredes de la casa se caen por cada grito.

Llegaba la noche, yo iba en busca de comida a algún restaurante, era pasar por los pasillos donde di mis primeros pasos y destruirme al ver algún rincón donde un recuerdo venía a mi cabeza, simplemente no era fácil.

Fui a McDonald's en bicicleta, cubriendo mi cara con una mascarilla. Al llegar, encadené mi bicicleta en algún poste de luz y entré a hacer mi pedido para después llevarlo a casa.

- Ay, cariño, no estamos en el 2020. - Dijo la chica que estaba en la caja. - Lo siento, ¿qué vas a pedir?

- Un BigMac y papas con cheddar y tocino, por favor.

- ¿Qué va a tomar?

- Coca-Cola, sin hielo en lo posible.

- ¿Para comer aquí o para llevar?

- Para llevar.

- Perfecto, serían dos dólares. - Le entregué la plata y me dió el ticket. - Más allá te entregan el pedido.

- Gracias.

- No es nada.

Algo de lo que me siento orgullosa es de mi mirada, la adopté de los dos, mucho de ellos está en mi ADN. Retiré mi pedido y salí del local, tomé mi bicicleta y volví a casa, me quité las zapatillas en el hall y sentí el piso muy frío, nada estaba funcionando bien. Yendo a subir a mi habitación vi que papá estaba durmiendo en el sofá de la sala, no lo culpo, es muy cómodo, pero no era por eso.

Una vez que llegué, tomé el control de mi televisor y puse alguna película que estaba en Netflix y comí mi hamburguesa. Seguí viendo la película y de vez en cuando miraba mi celular para ver la hora. Una vez que terminé mi comida y que terminó la película, fui a cepillarme los dientes, me puse el pijama y me metí a la cama.

La mañana del domingo llegó y mis ganas de hacer nada volvieron, me dí una ducha y me puse lo que sería mi "outfit del día", lo cual es completamente inútil porque no salgo a ningún lado.

Bajé a desayunar y vi que papá estaba preparando panqueques, habían casi tres platos listos.

- Buen día, pa. - Dije recostando mi cabeza en su hombro.

kiddos - mileven/fillie one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora