you're everywhere i go

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10:30 a.m.

Londres, Inglaterra

Millie's P.O.V

Correr por la maldita ciudad de Londres para llegar a mi maldito trabajo no era lo que preferiría hoy, sin embargo, lo estoy haciendo.

Turistas, ancianos, estudiantes, no había nada que falte en las calles, y mucho peor es cruzar Abbey Road cuando los fanáticos de The Beatles quieren tomar la icónica foto del álbum sabiendo que podrían accidentarse.

Me habré chocado a unas seis chicas de mi edad y hasta calculo que unas tres eran menores que yo.

- Lo siento, ¿estás bien? - Le pregunté a una chica rubia de ojos marrones.

- Sí, lo siento mucho. Sólo que están poniendo carteles de este chico en todas las calles.

- ¿Cuál chico? ¿Cuáles carteles?

- Mira arriba a la izquierda. - Dijo señalando con su dedo índice y ahí me dí cuenta de la gravedad de la situación.

- No puede ser. - Sentí como un balde de agua fría me cayó encima.

- ¿Verdad? Si tan solo supiera quién es.

- Oh yo lo sé. Es mi maldito ex novio.

- ¡Ay no! Mil disculpas, no quería incomodarte ni...

- Tranquila, está bien. Vé con cuidado, yo estoy llegando tarde al trabajo.

Fui todo el camino con la cabeza en alto, tratando de que solo la voltee en cada semáforo. Faltaban solo dos cuadras para llegar al edificio donde trabajo y mi celular empieza a sonar, contesté sin ver quién me estaba llamando.

- ¿Hola?

- ¡Mills! ¡Soy yo! ¡Sadie!

- Oh, hola Sads. Perdón por mi voz acelerada, estoy a pocas cuadras del trabajo.

- Está bien, ¿cómo estás?

- Mi día iba casi bien, me iba chocando a varia gente, hasta que una chica en especifico hizo que lo arruinara.

- ¿Enserio? ¿Qué hizo?

- Sadie, mi maldito ex novio, Finn Michael Wolfhard, su maldita cara esta en todas las calles de Londres.

- Wow, tranquila. ¿Cómo fue que pasó?

- Eso no importa, Sadie. El tipo es lindo y yo ya me lo veía venir, pero hubiera preferido que sea antes de que termináramos y no después ya que estoy en ese proceso de superación.

- Te entiendo, te entiendo. Sabes, siento que en cualquier momento vamos a explotar, tú por la rabia y yo por la cantidad de información en mi cabeza ahora mismo. ¿Te parece si te llamo cuando salgas?

- Sí, amor, está bien. Cuídate.

- Tú igual.

Ella me colgó y yo seguí mis últimos pasos hasta el edificio, el cual al llegar vi que estaba cerrado. Vi mi celular para ver si podía contactar a mi jefe, hasta que veo la fecha, hoy era mi maldito día libre. No quise caminar hasta casa otra vez, así que pedí un Uber y me fui de ahí. 

Su cara estaba en todos lados, intenté distraerme con mi teléfono, ver los estados de Whatsapp no es una buena opción cuando aún tienes a tu ex suegra entre tus contactos, publicó fotos de cada lugar en donde él estaba, Los Angeles, Time Square, Australia, Toronto, Buenos Aires; no faltaba ni un lugar para publicitar a Saint Laurent.

Al pagarle al chofer y bajarme del auto, no entré a mi edificio antes, sino que fui a la pastelería de al lado, necesitaba unas donas y en casa me prepararía el mejor café que en mi vida me haya preparado.

Subí a mi departamento y al subir las persianas para que no parezca que soy un vampiro y entre luz, vi que un cartel con la cara de Finn estaba dando justo frente a mi ventana.

Me puse ropa cómoda e hice mi café para después sentarme en el sofa y no decirle a Sadie que hoy era mi día libre.

Dios o quien sea que esté ahí arriba, soy buena chica, trabajo mucho para que el imbécil de mi jefe me ascienda, soy el orgullo de mi familia y trato de devolverles todo lo que en algún momento me dieron, fui lo mejor novia posible para el tipo de gafas que me esta viendo en mi ventana y logré que mi ex suegra me ame. ¡No merezco nada de esto!

Hice algo estúpido y eso fue llamar a mi ex suegra.

- ¿Millie?

- ¡Mary! ¿Cómo has estado?

- De maravilla, cariño. ¿Y tú?

- Ahora bien, es mi día libre.

- Oh ya veo, ¿cómo va el trabajo?

- Pues, hasta no oír a mi jefe decir que me va a ascender, no voy a decir que bien.

- Ay mi niña, extraño que vengas a casa y que me cuentes todo lo que pasa contigo. Especialmente te extraño a tí.

- Y yo a tí, Mary. Pero en cualquier momento voy a tomar el primer avión a Vancouver para verte y abrazarte.

- A mí y a Finn.

- Sí, de seguro. - Solo a tí, Mary, amarlo es injusto.

- Mi amor, debo colgarte. Luego te mando un mensaje. Cuídate, ¿sí?

- Tú también, Mary. Te quiero.

- Yo a tí. Adiós.

- Adiós.

Justo en ese momento de no saber si reír o llorar, Sadie me llamo.

- ¿Estás mejor ahora?

- ¿Puede ser? No lo sé, llamé a Mary.

- ¿Por lo de los carteles?

- No, solo para preguntarle como estaba. Y de alguna u otra forma sigue pensando que soy buena para él.

- Y siempre dicen que las madres saben quienes son las personas indicadas para sus hijos.

- Sí y eso hace que me confunda más.

- Entiendo, no debe ser fácil.

- Me hace querer tirar un plato hacia el cartel que está frente a mi ventana. - La escuche reírse a carcajadas. - ¡Sadie! ¡No es gracioso!

- Amor, ¡sólo te olvidaste de contarme ese detalle!

- ¡No es cierto!

- Sí, lo es. Sólo me contaste que la cara de Finn estaba en todo Londres.

- Yo... ugh, es cierto. Lo siento, Sads. Siento que todo me salió mal hoy. Primero ver a Finn, después enterarme que hoy era mi día libre y después llamé a Mary...

- Está bien, Mills. Te dejaré por hoy, ¿sí?

- Sí - Me senté en el sofá. - , ya no quiero atormentarte con esto, parece que te estuviera culpando.

- Tranquila. Sé como eres. Relájate por hoy.

- Está bien, te amo.

- Te amo más, Millie. Bye.

Ahora me queda pretender que estoy cómoda con esto y no es así.

***

2023

si un día me llega a pasar esto lo mas tranquilo q puedo llegar a hacer es acariciarme el cuello con un cuter

kiddos - mileven/fillie one shotsWhere stories live. Discover now