kiddos - mileven/fillie one shots

el hopper, will you marry me?

7 de Noviembre, 1993

Hawkins, Indiana

El's P.O.V.

Hoy Mike me levantó de la siesta, siendo que yo estaba demasiado cómoda durmiendo entre sus brazos. De alguna manera no me quejo, me despertó con besos y con sus dedos jugando en mi frente. Aún así se llevó una pequeña mala mirada de mi parte.

- ¿Si sabes que hace frío para interrumpir mi momento de la siesta contigo, no?

- Lo siento, solo por este momento te quiero despierta. Saldremos un rato, nos haré café para llevar. - Besó mi frente y ese fue mi pie para levantarme.

Me puse un pantalón encima del pijama, y un suéter con un abrigo. Salí de mi habitación y ahí afuera con un termo con café caliente en manos estaba Mike.

- ¿Lista? - Me preguntó.

- Lista.

Y nos subimos a la camioneta de papá, la cual nos presta cuando venimos de visita a Hawkins, pues ya no vivimos aquí porque vamos a la universidad.

Fuimos todo el viaje tarareando canciones que pasaban en la radio, hasta que llegamos a... este lugar, que no sé dónde estamos. Nos bajamos de la camioneta y empezamos a caminar.

- Sé que quizás no recuerdas este lugar porque no has pasado mucho por aquí. Pero yo lo recuerdo perfectamente. Es por este camino donde nos conocimos hace diez años, Mirkwood.

- ¿Es enserio?

- Como te dije, lo recuerdo perfectamente. Ese día llovió torrencialmente, era de noche y apareciste de la nada con una camiseta que te llegaba a las rodillas.

- Eran Lucas, Dustin y tú. Ese día me diste tu abrigo y me llevaste a tu casa, me diste un techo y me cuidaste.

- Solo por ese buen acto tuve la suerte de conocer a una superheroína. Nada de lo que yo te dé estará a la altura de las veces que me salvaste a mí y a mis amigos.

- ¿Qué traes en mente, Mike?

- El, no sabes cuánto te amo, y te lo digo mirándonos a los ojos. Nunca supe lo es amar y que sea recíproco antes de tí, contigo sé lo que es y como se siente. Eres dulce, buena, una mujer fuerte y muy hermosa. Me siento afortunado de tenerte. Por eso, - Ví que se arrodilló ante mí con una cajita que tenía un anillo adentro. - El, ¿te casarías conmigo?

Desde el día que nos conocimos hasta este mismo momento pasó ante mis ojos, nuestro primer beso, el baile de invierno, nuestra primera discusión, cuando escuché que le dijo a nuestros amigos que me amaba y todas las veces que estuvo a mi lado cuando más lo necesité.

Con lágrimas de felicidad en los ojos, no hice más que tomar su rostro y besarlo.

- ¡Sí, sí y sí! - Le dije y él me tomó de la cintura, levantándome del suelo. Al bajarme, tomó el anillo y lo colocó en mi anular. Nos quedamos agarrados de ambas manos, mirándonos a los ojos.

- Siento que no sea uno como te mereces.

- Es perfecto, Mike.

Y ahí estuvimos un rato, vi como en el pasar de los segundos los ojos de Mike se volvían cada vez más brillosos, no puedo ser más afortunada de tener a alguien como él en mi vida.

- Te amo, Mike.

- Te amo, El. - Juntamos nuestras frentes y él tomó mis mejillas para besarlas y terminar con un beso en mis labios.

- ¿Será que puede ser después de graduarnos? - Dije y él se rió, no podríamos organizarnos si estamos tapados de exámenes y trabajos, y de trabajo.

- Por supuesto, mi amor. - Rodeó mis hombros con sus brazos ya que yo lo estaba abrazando de la cintura. - Mira el cielo.

Los tonos naranjas y rojizos estaban apareciendo, y un poco de amarillo en las nubes, como un regalo para nosotros.

- Tengo la cámara en la camioneta. - Me dijo y fue en busca de ella.

Hicimos algunas fotos de los dos, otras del cielo y algunas de nosotros por separado mostrando mi anillo.

El cielo de a poco se fue tornando azul, era momento de irnos. Antes de llegar a la cabaña, fuimos por comida y un vino para tener una cita improvisada.

Y ahí estuvimos los dos, en pijama, cocinando y bailando en la cocina, también intentando que nada se nos queme. Después de comer terminamos enredados en la cama, no podía concluir de una mejor manera.