kiddos - mileven/fillie one shots

the last time

10:55 p.m.

Noviembre, 1991

Hawkins, Indiana

Mike's P.O.V

Me porté como un idiota con El, pero no es la primera vez. Estoy en la puerta de su casa a estas horas de la noche, al igual que lo estuve otras noches atrás. El sentimiento de no querer perderla era lo que me hacía venir hasta aquí.

Supuse que estaría en casa, sola en su habitación. Toqué su puerta con la contraseña de siempre y ella apareció detrás de esta para recibirme. Pude sentir mi corazón rompiéndose por dentro, ya estaba aquí y no podía salir corriendo y esconderme, y tampoco podía seguir haciendo esto.

El's P.O.V

Al sentir esos golpes tan familiares solo dejé mi taza de té en mi escritorio y bajé para recibir a Mike, al igual que muchas veces atrás. Todas esas veces anteriores que lo dejé pasar me sentí bien, pero esta vez ya no tengo fuerzas para seguir haciendo esto.

- Hola, Mike. - Dije sosteniendo el picaporte de la puerta con una media sonrisa.

- Hola, El. ¿Puedo pasar? - Sus manos estaban guardadas en los bolsillos de su abrigo.

- Claro. - No podía decirle que no, al final esta es la última vez.

Él pasó y fue hacia la cocina. Me estoy convenciendo a mí misma de que esto me hace sentir bien, no es así.

- ¿Quieres un café o algo caliente? - Dije revisando la alacena.

- Ehm, no. Sólo vine porque sé que me estuve portando mal contigo, no te mereces que yo sea así. - Dijo ya sentado en una de las sillas que rodean la isla. - Y enserio lo siento.

Estas disculpas son las mejores que tiene, claro, total no soy yo quien lo ve irse después de todo.

- Está bien, Mike. Pero esta tiene que ser la última vez que me rompas el corazón en un abrir y cerrar de ojos. Esta es la última vez que me dices que tienes actitudes incorrectas conmigo.

- Entonces, esta es la última vez que te diga que siempre fuiste tú.

- También la última vez que te dejo pasar de mi puerta.

- Y la última vez que te lastimo así.

Ambos asentimos, era una última vez para los dos para salvar esta relación, sólo él y yo.

Lo abracé, haciendo que sus brazos rodeen mi cuerpo. Sé que no quiere dejarme ir.

- Te amo. - Me dijo.

- Yo a tí.

- Debo irme, les prometí a Nancy y a Holly una pijamada.

- Eso suena como un buen plan. - Dije arreglando sus cejas despeinadas. - ¿Te veo mañana?

- Sí. - Me besó y lo acompañé hasta la salida.

- Adiós, El.

- Hasta mañana, Mike. - Lo ví marcharse y cerré la puerta.

Dejé que mis lágrimas corran por mis mejillas por unos segundos y las limpié con la manga de mi suéter.

Ya no más.