diez

529 23 140
                                    

|Capítulo X: "Revelar"|

"No hay secretos que el tiempo no revele"

8 de Octubre, 2019

8 horas antes...

Gianna y Federico corrieron de la mano con unas sonrisas en la cara hasta el estacionamiento de la San Martín, donde La Nena frenó enfrente de un par de bicicletas. Girotti sonrió, recordando que ella no usaba auto, ni colectivo, a menos que sea estrictamente necesario. Gianna era ambientalista, va caminando o en bici a todos lados.

—¿Me trajiste una bici para mí?—. Preguntó, con una sonrisa en la cara, Federico.

—Si, es la de Cristian. Cuídala que no se la pedí y me la traje infraganti—. Respondió, encogiéndose de hombros—. Vo' sólo seguime, ¿Ta?—. Pidió y él asintió, algo embobado.

Gianna quería pasar tiempo con él, ¿Esta era la oportunidad de demostrarle que sí se merecía estar con ella para algo serio? No lo sabía, pero iba a tratar de sumar puntos. Así que se subió a la bici de Cristian y se puso un casco, dispuesto a seguirle la corriente. Ella imitó sus acciones y, además, prendió un parlantito con música. Ella arrancó y él la siguió de atrás, mientras cantaba las canciones que se reproducían a través del parlante de que se encontraba en la bici de Gianna.

—¿Y sí te digo que esta pena que siento sólo me la pueden sacar tus besos? ¿Y sí te digo que puedo morirme feliz mientras sea culpa de tu sexo? ¿Y sí te digo que el resto nos mira como sí estuvieran odiando lo muestro?—. Cantaron al unísono entre risas.

Gianna siempre iba unos centímetros más adelante porque era la única que sabía a dónde iban a ir, Girotti sólo la seguía. Es que no le importaba a dónde ella lo llevara, él quería pasar tiempo con ella. Tiempo con ella que nunca tuvo, siempre la veía a veces y eso pasaba desde que la conoció. Ella no siempre estaba en el departamento de Cristian porque estudiaba, porque jugaba, porque estaba con el novio y de grande era él el que no podía ir todos los días al departamento porque entrenaba, porque jugaba, porque pasaba tiempo con Pilar.

Era él el que la evitaba.

Y ése día, después de más de 6 de años de estar enamorado de ella, por primera vez iba a pasar tiempo con ella. Los dos, sólos, y eso a Federico le bastaba. Sí, él la quería besar y todo, pero no lo podía hacer porque tenía novia y, sinceramente, sólo quería estar con ella como viejos amigos que se reencontraron después de años.

En el camino, Gianna lo miraba de reojo y sonreía porque le gustaba bastante el efecto que tenía en Federico. Le gustaba la manera en la que no podía fingir que ella no le gustaba, la manera en la que siempre le decía las cosas que pensaba en el momento y la manera en la que siempre se quedaba petrificado al verla. Si, había varias cosas de Federico Girotti Bonazza que le gustaban como su corte de pelo o que no le gustaban las aceitunas o que era con el único con el que podía hablar de las Kardashian's sin que se aburra o que, aunque lo negara, era muy bueno dibujando o que arrugaba su nariz cuando algo no le gustaba o que siempre estaba dispuesto a ayudar a la gente que quería o que le tenía miedo a los payasos o que, cuando algo le molestaba, parpadeaba bastantante seguido o que tenía pinta de fuckboy, pero en realidad era un amor.

—Sé que no es mía, pero siempre está donde esté—. Comenzó a cantar Federico, por arriba de la música y Gianna lo miró de reojo, logrando que él sonriera al mismo tiempo que cantaba: —. De reojo me mira, sabe que me tiene a su merced—. Mirándolo a los ojos, ella le tiró un beso, sabiendo cómo seguia la canción—. Siempre tranquila, un beso me tira. Va hacia la ruina. Yo voy con ella, eso me motiva.

Horas | Santiago Sosa x Cristián FerreiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora