Capítulo IX

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–Porque soy de todo menos amable– contestó Xue Yang, A-Yuan solamente asintió con su cabecita mientras hacía un ligero puchero –¿Dónde están tus padres?–

–No lo sé, diēdiē se fue pero me dijo que regresaría por mi y Xian gege...– los ojitos de A-Yuan comenzaron a llenarse de lágrimas al recordarlo –Xian gege no ha regresado, diēdiē me dijo que lo íbamos a buscar y que ya no se volvería a ir– el niño finalizó su relato con una sonrisa mientras que Xue Yang trataba de recordar donde había escuchado el nombre de Xian, al no poder ubicarlo únicamente alzo sus hombros.

–Ya entiendo, tal vez tus padres te dejaron...– la voz de Xue Yang se notaba molesta al decir eso, este mocoso sufrirá lo mismo que sufrió él –mocoso no me has dicho tu nombre y en dónde vives–

–¡A-Yuan!– gritó con euforia ya que al parecer tendría un nuevo amigo, tal vez su Xian gege le había enviado esta persona, así que lo mejor sería que estuvieran juntos para que también su diēdiē no estuviera solo –No sé donde vivo, solo sé que es por allá– el pequeño señaló con sus deditos lo que era una montaña, Xue Yang se fijó hacía donde era y una sonrisa apareció en su rostro.

–Me estás diciendo que tu vives allá– el niño asintió con fervor, nadie puede vivir en los túmulos funerarios, no creía en lo que el mocoso le decía así que quizás podría ponerlo a prueba –Esta bien, dime por donde y como entramos, te acompañaré hasta tu casa–

A-Yuan se puso de pie y tomó la mano de su nuevo gege –Vamos gege ¡Te llevaré!– Xue Yang negó con la cabeza al ver la imperatividad con la cual el niño lo jalaba, se colocó de pie y con su mano libre agarró la canasta de frutas que el pequeño dejó por la emoción.

Ambos emprendieron camino, Xue Yang seguía sin creer que el mocoso realmente viviera en los túmulos funerarios, hasta que llegaron al pie de la montaña y el niño comenzó a subir, fue entonces que Xue Yang captó que realmente ahí vivía, se dispuso a seguir al niño hasta que se toparon con varios arboles en los cuales parecía que no llevaban a ningún lado pero el niño seguía caminando de frente y fue cuando se dio cuenta que había una matriz de laberinto, pero el niño la cruzaba como si nada.

Al mirar mejor se dio cuenta que en la nuca del niño llegaba a sobresalir una pequeña marca, al parecer esta marca hacia que él fuera totalmente inmune al laberinto, así que lo siguió de cerca. Después de haber pasado por el bosque llegaron hacia donde se encontraban algunas casas de madera algo destruidas, y en medio de esas una gran cueva en donde se podía sentir la energía resentida salir de la misma.

Xue Yang por inercia comenzó a dirigirse hacia la cueva, hasta que el pequeño A-yuan se interpuso en su camino con sus manitas estiradas hacia los lados –Mocoso no me digas que no me dejaras pasar– A-yuan negó repetidas veces con su cabeza –¿Y eso por qué?–

–Aquí solo duerme mi Xian gege y mi diēdiē– Xue Yang soltó una gran carcajada al escuchar la respuesta del niño.

–Hablas de tu Xian gege como si fuera tu madre– los ojitos del niño brillaron al escuchar esa palabra, recordando cuando su Xian gege había mencionado que el padre ponía el dinero y la madre el alimento, entonces como si fueran piezas de un rompecabezas, las cosas se fueron acomodando, su gege rico le dejó dinero y por lo tanto era su diēdiē mientras que su Xian gege le preparaba la comida entonces Xian gege es Ā-niang.

–Tienes razón Xian gege es mi ā-niang– la sonrisa que apareció en el rostro del pequeño definitivamente era pura e inocente, tal como la que él portaba cuando fue un niño que solo pedía que alguien le regalara un dulce, desgraciadamente el mundo estaba demasiado podrido para aquellas almas inocentes, volvió a mirar al niño y sin pensarlo colocó su mano en la cabeza del pequeño dándole suaves masajes en la misma.

La Venganza de un JADE *WangXian*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora