Capítulo XLI

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–¡Maldito seas HuaiSang!– sus planes habían caído, no lo pensó bien y se confió, ahora mismo mientras miraba la carta que daba anuncio de su unión con Lan XiChen, su ira crecía y con ello las ganas de matar a ese idiota miedoso, con toda su furia agarró la carta y la hizo bola tirándola hacia el suelo –Tengo que matarlo, Nie HuaiSang tiene que morir en mis propias manos– un suave toque en la puerta hizo que saliera de su ensoñación, volvió a poner su impasible rostro y sonrió falsamente abriendo la puerta y encontrándose una gran caja de color azul cielo decorada con un patrón de nubes –¿De quién es esto?–

–Lo lamentamos mucho pero esto venía junto a la carta, tengo entendido que es por parte de GusuLan– GuangYao asintió y tomó la caja, los discípulos se retiraron y este rápidamente abrió la caja encontrándose con otra carta la abrió y cuando la leyó su furia incrementó tirando todas sus cosas al suelo.

"¿Qué se siente que yo sea el que vaya a portar el apellido Lan?
¿Qué se siente que mi hermano siga con vida y que tú...no puedas estar a lado de Lan Huan mi futuro esposo?"

Xue Yang seguía colocando los talismanes estratégicamente en puntos ciegos y en donde pudiera evitar que los cultivadores escaparan, estaba tan concentrado que el llanto de una niña hizo que desenfundara a Jiangzai inmediatamente, miró hacía todos...

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Xue Yang seguía colocando los talismanes estratégicamente en puntos ciegos y en donde pudiera evitar que los cultivadores escaparan, estaba tan concentrado que el llanto de una niña hizo que desenfundara a Jiangzai inmediatamente, miró hacía todos lados y con su espada en mano comenzó a caminar por todo el lugar buscando el origen de aquel llanto, cuando fijó su vista en un rincón vio a una pequeña niña sentada con su rostro ocultándose entre sus manos, aún sin bajar su espada Xue Yang se fue acercando.

–Oye mocosa ¿Qué haces aquí?– la niña se sobresaltó y se giró hacía donde provenía la voz, un escalofrío recorrió el cuerpo de Xue Yang al mirar las pupilas blancas de la niña, pero negó suavemente y volvió a hablar –¿Dónde están tus padres?– la niña miró al cultivador de negro y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas al recordar que sus padres también se vestían así –Ey, no llores, maldición...jamás fui bueno reconfortando a la gente–

–Mis padres...unas personas con vestimentas moradas se los llevaron, dijeron que eran cultivadores demoníacos y que ellos no debían existir, mis padres me escondieron para que no me vieran– la voz de la niña mediante contaba su relato se iba haciendo más débil hasta que volvió a caer en llanto, Xue Yang quien había escuchado todo, supo que tenían que movilizar todo, los Jiang seguían tomando a cualquier cultivador con vestimentas oscuras.

–Escúchame bien mocosa, límpiate esas lágrimas y ponte de pie, te llevaré con unos amigos y mi maestro– los ojos de la niña brillaron –¿Eres ciega?– la niña negó suavemente y Xue Yang suspiró sacando los últimos talismanes que le faltaban por colocarle pero ya no sabía en donde más ponerlos.

–¿Qué sucede?–

–Necesito colocar estos talismanes en un lugar donde no se vean...– Xue Yang seguía recorriendo el lugar con su mirada hasta que la niña le jaló sus túnicas y señaló un punto.

La Venganza de un JADE *WangXian*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora