Capítulo XV

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Maratón 3/?

–Habla– Xue Yang miró hacía otro lado, tantos jodidos dolores de cabeza en tan poco tiempo unos por culpa del mocoso y los otros por culpa de aquel enano y su deseo absurdo por el poder y el reconocimiento de un padre tan mezquino como lo es Jin Guangshan.

–tch, no me queda de otra pero antes que nada ve a buscar a tu hijo, el mocoso ha quedado con un trauma por culpa de su adorado padre– la mano de Lan Zhan tembló ligeramente al escuchar eso, reconociendo que al haber dicho esas palabras podrían tomarse como un abandono hacia su pequeño, Lan Zhan le dirigió una mirada a Wen Ning y este asintió tomando con fuerza el brazo de Xue Yang –He dicho que hablaré, maldición– Lan Zhan enfundó a bichen y se dirigió con rapidez a la cueva.

El pequeño A-Yuan se encontraba sentado en la cama con su cabeza inclinada hacía abajo, temiendo que su diēdiē lo haya abandonado de nuevo –A-Yuan– el niño alzó su rostro y al ver a su diēdiē de pie frente a él no dudo en bajarse de la cama y correr hacía él, aferrándose a una de sus piernas, mientras evitaba sollozar de la emoción y el alivio que le llenó de calidez.

–¡Diēdiē! Si volviste– Lan Zhan cerró sus ojos al escuchar el tono que uso en su voz el pequeño, tanto daño le había hecho sin pensarlo

–Mn, A-Yuan...– el pequeño alzó su rostro para ver mejor a su diēdiē, pero Lan Zhan se acuclilló enfrente del niño para otórgale un cálido abrazo –Lo siento– el pequeño abrió sus ojos con bastante sorpresa al sentirse envuelto en los brazos de su diēdiē, pero poco a poco sus ojitos fueron llenándose de lágrimas hasta que finalmente rompió en llanto, lloró en los brazos de su padre, recordando a su Ā-niang y todo lo que había pasado, muchas cosas que sucedieron pero que él muy valiente las aceptó sin decir nada, sabía que su ā-niang no regresaría, lo sabía porqué su diēdiē siempre siempre lo llamaba en medio de sus tan tormentosas noches. Lan Zhan sintió las cálidas y amargas lágrimas de su pequeño y pasó suavemente su mano por la cabecita del pequeño dándole ligeras caricias para que A-Yuan sacara todo lo que tenía aferrado en su interior.

Después de unos minutos el niño poco a poco se alejó de Lan Zhan limpiando sus lágrimas en el proceso, Lan Zhan sonrió ligeramente ayudando al pequeño con la limpieza de su rostro.

–A-Yuan– el niño hizo un puchero al ver a su diēdiē –No me iré nunca más– A-Yuan asintió –Crece y sé fuerte, llora cuando tengas que llorar, ríe con el corazón, no permitas que nadie apague tu sonrisa y no siempre es malo caminar por un solo tablón en la oscuridad cuando tienes a tu lado a las personas indicadas– los ojitos de A-Yuan volvieron a llenarse de lágrimas y volvió asentir mientras con sus regordetas y pequeñas manos tomaba suavemente el rostro de Lan Zhan y le quitaba las lágrimas que habían salido de él sin darse cuenta.

–Mn eso haré diēdiē, seré fuerte como tú, para que cuando vuelva ā-niáng lo cuidemos juntos– Lan Zhan asintió ante las palabras de su hijo.

–Muy bien A-Yuan– Lan Zhan sonrió sutilmente, se puso de pie mientras acariciaba la cabecita de su hijo –Medita, no pienses en nada, relájate y deja que la energía fluya dentro de ti– tomó la mano de A-Yuan y lo sentó en la cama de Wei Ying, indicándole cual era la posición correcta para lograr una buena meditación –Cierra los ojos y crea tu propio núcleo dorado– Lan Zhan se dio la vuelta para salir de la cueva pero la voz del pequeño lo detuvo.

–Diēdiē y... ¿Y si no puedo crear un núcleo dorado?– Lan Zhan miró a su pequeño y le sonrió cálidamente.

–Lo harás ¿Sabes por qué?– el pequeño negó con su cabecita –Eres hijo de Wei Ying y mío, eres fuerte y valiente, sé que lo harás– al terminar de decir esas palabras salió de la cueva dejando a un pequeño niño con una determinación y voluntad que se volvería con el paso del tiempo inquebrantable.

Lan Zhan, Xue Yang y Wen Ning se encontraban sentados en las sillas del comedor viéndose entre ellos, la tensión que había en el lugar podía romperse con facilidad, Xue Yang buscó en su manga algún dulce que le sobrara pero tarde se dio cuenta que...

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Lan Zhan, Xue Yang y Wen Ning se encontraban sentados en las sillas del comedor viéndose entre ellos, la tensión que había en el lugar podía romperse con facilidad, Xue Yang buscó en su manga algún dulce que le sobrara pero tarde se dio cuenta que el último se lo había dado al mocoso, suspiró en rendición hasta que vio como Lan Zhan sacaba de su manga una bolsita con dulces incluidos.

–Come– Xue Yang lo miró con los ojos entrecerrados y tomó la bolsita sacando un dulce y llevándoselo inmediatamente a la boca disfrutando del sabor.

–Ahora habla ¿Tú le pusiste esas agujas a Wen Ning?– Xue Yang mientras disfrutaba de su dulce asintió.

–No solo las puse, también son mi creación– Lan Zhan miró fijamente a Xue Yang y luego a Wen Ning él creó esas agujas entonces definitivamente funcionaban muy bien –Lastimosamente y como lo dije ese cadáver es demasiado fiel a su creador, tal como los perros con sus amos, por mas agujas que le clavé, jamás me obedeció–

–¿Por qué Wen Ning?– Xue Yang se puso serio y se cruzo de brazos frente a su pecho.

–Porque es el único cadáver que tiene consciencia propia sin necesidad que alguien le de una orden, además puede destruir el metal con sus propias manos, no tiene miedo, sin duda alguna es un valioso cuchillo del cual cualquiera desea tener poder sobre él–

–La torre Koi ¿Qué tiene que ver?– Xue Yang soltó una carcajada, definitivamente le sacaran toda la información.

–Hanguang-Jun, usted sabe la ambición que tiene el viejo ese de Jin Guangshan, su ambición por el dinero, las mujeres y el poder lo enmarcan, Jin Guangshan me llamó para poder retener el cadáver que creó el gran Yiling Laozu, si pudiera poseer tan valioso cuchillo no dudaría en usarlo para su conveniencia ¿No lo cree?–

Lan Zhan asintió suavemente, era obvio que que Wen Ning servía mas vivo que incinerado pero porque mentir y sobre todo porque Xue Yang le decía esto –Xue Yang ¿Por qué estás hablando todo esto?– Xue Yang se removió incómodo en su asiento.

–Eso es asunto mío, no pienso decir el porque te digo todo esto, además ni siquiera me han dado el pago por haber creado esas agujas–

–Xue Yang, tengo la respuesta– Xue Yang miró fijamente a Lan Zhan, esto le había sorprendido en verdad que se hallaba desesperado por encontrar a Wei Wuxian. –Quiero que pongamos en prueba tu teoría, después me dirás todo lo que acerca de la torre Koi–

La Venganza de un JADE *WangXian*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora