El gran Yiling Laozu ha muerto, pero con su muerte, otra persona ha muerto con él...
¿Qué pasará con Lan Zhan ahora que Wei Ying ha muerto?
-Él murió hermano y no pude hacer nada por salvarlo, pero buscaré a todos los que provocaron su muerte ....
–XiChen gege ¿En verdad no puedo acompañarlo?– XiChen se agachó lo suficiente para estar a la altura del pequeño JingYi y acarició suavemente su cabeza.
–Lo siento A-Jing, pero esta junta es algo importante y además te aburrirás mucho ya que no tendrás con quien estar– tomó la pequeña mano de JingYi y se dirigió hacía el lado donde se encontraban las cultivadoras del Clan Lan, se acercó discretamente y tres jóvenes se acercaron a XiChen haciéndole una reverencia.
–Líder del Clan, saludos– XiChen sonrió.
–MeiLing no es necesario que hagas eso, eres también la líder de las cultivadoras– Lan MeiLing sonrió al escuchar eso e hizo un pequeño asentimiento con su cabeza, su vista se dirigió a unas manitas que sobresalían de la túnica del líder.
–Zewu-Jun, hay algo ocultándose detrás de usted– XiChen sonrió y con delicadeza hizo que JingYi saliera de su escondite, haciendo que la cultivadora viera con brillantes ojos al pequeño.
–Él es Lan JingYi, desafortunadamente sus padres perecieron en una misión y yo en estos momentos tengo una junta que atender en Lanling ¿Me harías el favor de cuidarlo?– la cultivadora asintió con algo de duda.
–¿Puedo saber por qué el líder me está pidiendo que cuide de un pequeño como él?– XiChen suspiró y miró al pequeño.
–A-Jing...ve con las cultivadoras ellas te cuidarán y jugarán contigo– las dos chicas le sonrieron a JingYi y se lo llevaron puesto que sus líderes tenían que hablar entre ellos. Al ver que ya se encontraban lejos, el semblante de XiChen se tornó sombrío.
–Me imaginó que ya se enteró de que mi hermano ha desertado del Clan– MeiLing asintió lentamente –Desafortunadamente tuvo que pasar eso para que yo me diera cuenta que mi Clan se está volviendo un desastre– XiChen miró hacía el cielo y mostró una sonrisa triste disculpándose mentalmente con sus padres por no proteger a su hermanito –Me he enfrentado con el Consejo de ancianos, limitándolos de sus funciones, algunos estuvieron de acuerdo pero otros simplemente están tratando de tomar represalias en mi contra–
–Incluyendo al maestro Lan Qiren ¿No es así?– XiChen asintió –Así que me imagino que lo han visto muy cercano al niño y teme que ahora que no estará en la secta le hagan daño ¿Me equívoco?– XiChen sonrió y negó suavemente con su cabeza.
–Tan inteligente como siempre MeiLing...estás totalmente en lo cierto, es por eso que lo dejo en tus manos, sé que tus idéales concuerdan con los del Joven Maestro Wei, así que por favor cuida del pequeño JingYi, espero no tardar mucho días–
–No se preocupe Zewu-Jun, cuidaré del pequeño hasta su regreso y gracias por notar mis ideales– MeiLing hizo una última reverencia antes de darse cuenta que Zewu-Jun hacía lo mismo.
–Gracias MeiLing por este gran favor que me has hecho– dicho esto se dio la vuelta y se retiró, dejando a MeiLing pensando sobre toda la situación que se desenvolvería en su regreso, se giró para ver a una de sus compañeras y lentamente se fue acercando a ella.
–Pongan una barrera de protección y retención, ningún hombre puede entrar a esta zona, tenemos que proteger a ese niño cueste lo que cueste– la cultivadora asintió y rápidamente fue a informarles a sus demás compañeras y en menos de una varita de incienso una barrera de color azul se hacía presente rodeando todo el lugar, para que después de algunos segundos el color se desvaneciera –Nadie le hará ningún mal–
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