Capítulo XXX

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Capítulo dedicado a la_olvidada_Suibian y AdyAura

Jiang Cheng se acercó lo mas que pudo a los túmulos llamando la atención de los pocos discípulos que se habían quedado a resguardar la entrada, estos al verlo se acercaron corriendo con un semblante de notable preocupación al ver a su líder tan herido.

–Líder de secta, ¿Qué ha sucedido?– Jiang Cheng trató de sonreír pero terminó por toser más sangre.

–Eso no importa ¿Alguien entró?– los discípulos se miraron entre ellos y negaron con su cabeza Jiang Cheng sonrió puesto que eso significaba que los mocosos también habían sido eliminados –Bien, entonces vámonos, el cultivador errante que se encontraba aquí ha muerto en mis manos y los mocosos también han sido eliminados– los discípulos celebraron ante el logro de su líder, no debería de volver a aparecer ningún cultivador demoníaco, con eso en mente se acercaron a su líder y se lo llevaron entre quejas, puesto que Jiang Cheng seguía diciendo que podía volar solo en su espada.

–Necesito que escriban una carta a Lanling, quiero ver a mi sobrino y de paso hablar con GuangYao– uno de los discípulos asintió a lo dicho por su líder y sin decir algo más los discípulos del clan Jiang junto a su líder se dirigieron a Muelle de loto a curar sus heridas, sin darse cuenta que su tan preciada bolsa en donde tenía el tan codiciado dizi ya no se encontraba colgando en su cinturón.

*

*

XiChen quería ir hacía su hermano pero el anciano no se lo permitía –Necesito ir con mi hermano y calmarlo– el anciano bufó nuevamente y apretó con fuerza el hombro de XiChen.

–¿Cuántas veces tengo que decirte que dejes que él solo se calme?– el anciano miraba fijamente como la bruma negra seguía alrededor de Lan Zhan sin una pizca de querer bajar su temperamento e ira, los discípulos estaban muertos y el único que había estado medio vivo se encontraba ahora con el cuello roto a metros de distancia, Lan Zhan no había podido desquitar su ira contra aquellos que dañaron a su hijo y mataron a su discípulo, el anciano miró de lejos a unos pequeños que seguían aferrados al cultivador de túnicas blancas –Los niños necesitan a alguien cuerdo en estos momentos– XiChen apartó la vista de su hermanito para enfocarse en los niños que no dejaban de llorar, asintió hacia el anciano y se retiró para poder dirigirse con ellos y abrazarlos inmediatamente, haciendo que su cuerpo formara una barrera y así evitar que A-Yuan viera a su padre de esa forma tan descontrolada.

El anciano se fue acercando con pasos seguros hacia el cuerpo tirado de Xue Yang, se arrodilló frente a él y tocó su espalda notando la calidez que este aún desprendía –Esta vivo– ante esta afirmación de su mente se puso de pie y se dirigió esta vez a Lan Zhan, la bruma negra lo hizo sentir mareado, en definitiva este poder era increíble y lo sería aún más cuando lo controlara mejor y lo uniera a su núcleo dorado –Es mejor que te calmes, Xue Yang esta vivo– Lan Zhan observó al anciano –Tu hijo te esta observando ¿Es este el ejemplo que le quieres dar?– las lágrimas se hicieron presentes al ver a lo lejos como su pequeño estaba siendo abrazado por su hermano pero sin despegar su mirada de Lan Zhan.

–A-Yuan...mi hijo...– el anciano asintió y colocó una de sus manos en el pecho de Lan Zhan y la otra en su bastón que encajó con fuerza a la tierra.

–En definitiva la ira en tu cuerpo es mas intensa– el anciano cerró sus ojos concentrándose en aquel resentimiento que Lan Zhan había acumulado a través de los años –También tienes que poner de tu parte, piensa en aquello que más amas– Lan Zhan cerró sus ojos y lo primero en venir a su mente fue la hermosa sonrisa de su Wei Ying seguida de la sonrisa de su pequeño A-Yuan, las bromas de mal gusto de Xue Yang y el deseo intenso de proteger a los que mas amaba.

La Venganza de un JADE *WangXian*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora