— Esto es una rebelión.
Todas las miradas se dirigieron hacia Liu QingGe. El señor de la cumbre Bai Zhan permaneció impertérrito, seguro de sus palabras, con un aire a su alrededor de "no me hables" que hacía difícil a alguien querer contradecirlo; sobre todo cuando el resto de su secta le dio la razón.
Shi QingXuan abrió la boca para preguntar algo pero, sorpresivamente, Nie HuaiSang se le adelantó preguntando justamente lo que pensaba decir:
— ¿Cómo está tan seguro? Pudo haber sido un ataque fortuito.
— No lo fue. El Reino Demoníaco jamás nos habría atacado a menos que tuvieran una buena razón.
— O su impedimento se hubiera esfumado— intervino Shen QingQiu ocultando la mitad de su rostro detrás de su abanico.
— ¿De qué está hablando, señor de cumbre Shen?— preguntó Jiang Cheng.Otra persona respondió por él.
— El Reino Demoníaco tiene tres señores a su cargo: el supremo soberano Luo BingHe, el rey de la tierra helada del norte Mobei-Jun y la santa demonio Sha Hualing— explicó Shang QingHua, señor de la cumbre An Ding—. Hace unos años ellos tres se encargaron de pactar la paz con el Reino Humano, representado por la secta Cang Qiong y el templo Zhao Hua, y desde entonces ambos reinos han estado en paz, con los miembros del templo vigilando la frontera entre los reinos y los tres señores demoníacos asegurándose de que nadie rompa la tregua atacando fortuitamente a otros.
Shang QingHua bajó la mirada, retorciendo sus manos levemente, un tic nervioso derivado de la preocupación. Yue QingYuan retomó la palabra en este punto y añadió:
— No hace falta decir que hay muchos inconformes con esta tregua, tanto humanos como demonios, y ha habido muchos intentos de romperla de ambos reinos para iniciar la guerra.
El solo decir esto pareció agotar la energía del líder de secta; que lucía bastante desmejorado, casi enfermo. Shen QingQiu retomó el hilo de la conversación.
— Hace unos días hubo una gran actividad demoníaca en la frontera. Varios de nosotros fuimos como refuerzo junto a Luo BingHe y Mobei-Jun, ellos iban a encargarse de la situación y dejamos de tener noticias suyas. Sha Hualing se adentró a buscarlos y al poco tiempo ella también se esfumó.
Oh no, no de nuevo
Shi QingXuan no supo si reír o llorar. Iba a enfrascarse nuevamente en una búsqueda de personas desaparecidas para evitar una catástrofe. Claro que ahora debía encontrar a tres señores demoníacos para evitar el estallido de una guerra que destruiría dos mundos y él era nuevo en esto de hacerse cargo de asuntos marciales. ¡Hacía apenas pocos años qué había ascendido y ahora debía prestar servicios a la alianza que estaba bajo su protección!
Pero hey, al menos él no era el centro de atención está vez. Y mejor aún, no iba andar a tientas en esto como la última vez: Shi QingXuan se excusó llevándose una mano a la sien y entró a la matriz espiritual de la corte celestial. Recordó amargamente como solía entrar solo para chismear, donar méritos y como todos acudían ansiosos a su llamado, y al instante desechó esos recuerdos porque no le iban a servir de nada. De inmediato diversas voces cuchicheando se escucharon y decidió hablar de una vez.
"¡Hola! ¿Alguno sabe si Ling Wen se encuentra disponible?"
Como esperaba, un silencio sepulcral siguió a sus palabras. Era una de las razones por las cuales no solía entrar a la matriz de comunicación, además de ser una de las razones por las cuales no subía a la capital celestial a menos que fuera necesario. Darse cuenta de la hipocresía en la que estuvo rodeado le daba un poco de tristeza y rabia por lo que prefería quedarse en Receso de las Nubes o en la capital real con sus amigos, si alguien lo necesitaba sabían dónde buscarlo.
Al cabo de un rato fue la propia Ling Wen quien respondió.
"Señor del Viento, ¿ hay algo en lo que pueda ayudarle?"
"¿Cómo estás, Ling Wen? Lamento molestarte, pero necesito saber si hay alguna forma de eliminar el rastro de un demonio para que no pueda ser encontrado"Nuevo silencio. Shi QingXuan supuso que no muchas personas le preguntaban a Ling Wen cómo estaba y por ende su pregunta la tomó por sorpresa.
"Será mejor que hablemos por una matriz privada. ¿Recuerda aún mi contraseña?"
"Por supuesto"Apenas pasó a la matriz privada de la diosa, todo rastro de formalidad sorpresivamente desapareció.
"QingXuan, ¿se puede saber en qué te has metido?"
"Wow, que familiaridad. No me molesta, pero tampoco lo esperaba. ¿A qué se debe ese cambio?"
"Es mi deber cuidarte ya que técnicamente soy la única familia que te queda"Shi QingXuan no supo cómo responder a esto y Ling Wen le dijo:
"Te pido que no le digas a nadie"
"Ling Wen, ¿¡te casaste con mi hermano!? ¿Por qué nadie me dijo nada?"
"Esperábamos a que pasara la tercera calamidad celestial para anunciarlo"Al dios se le fue el corazón al piso con esa respuesta.
"Tengo entendido que estás en la montaña Cang Qiong, ¿cierto?"
"Sí, sí. Las cosas no pintan nada bien aquí"
"Hay un lugar en el fondo del Reino Demoníaco al que deberías prestar atención. Dado que apareció recientemente y no ha causado problemas no había investigado al respecto, pero trataré de reunir más información"
"Preguntaré si alguien de la montaña ha escuchado al respecto. ¡Gracias por la información!"
"Ten cuidado"
"Lo tendré"Shi QingXuan cortó la comunicación y se dirigió a Shang QingHua.
— Señor de cumbre Shang, ¿hay algo en el fondo del Reino Demoníaco?
El señor de la cumbre An Ding se atragantó con el té que estaba bebiendo y asintió entre jadeos. Tosió un poco, carraspeó para aclararse la garganta y dijo, palideciendo de golpe:
— Hay una prisión rodeada de trampas. Está tan alejada del reino que cualquier cosa que entre allí no puede ser rastreada.
— ¿Cómo es qué no sabemos de esto?— preguntó Shen QingQiu. Su voz era calmada pero sus ojos parecían querer atravesar en dos a Shang QingHua, que respondió de la forma más tranquila que pudo:
— No había tenido tiempo de informarlo.Liu QingGe rodó los ojos y Xue Meng intervino para sorpresa de todos. El líder del pico SiSheng había estado tan silencioso que el resto se había olvidado de que estaba allí.
— Entonces habrá que ir allá.
— No es tan sencillo— dijo Yue QingYuan—. Atravesar el Reino Demoníaco será imposible en estos momentos, los demonios lo tomarán como una represalia de nuestra parte por el ataque.
— Podemos intentar avanzando por la frontera y cruzarla en cuanto lleguemos a las inmediaciones de este sitio— dijo Shen QingQiu—. Zhangmen shixiong, si no nos damos prisa habrá ataques más violentos.
— Tendrán que ir pocas personas para no llamar la atención, y la secta tampoco puede quedar desprotegida.
— ¿No estamos nosotros aquí?— inquirió Jiang Cheng—. Ayudaremos en todo lo que sea posible.
— Solo falta decidir quiénes van a ir.Ese aspecto ya estaba prácticamente resuelto.
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Viento marcial (2/4)
FanficEl responder a una plegaria lleva a Shi QingXuan al centro de una rebelión. Los señores demonios han desaparecido misteriosamente y sus subordinados han aprovechado esto para levantarse en armas y atacar el mundo humano, con el que habían mantenido...