¿Porqué no te largas de mi vida?

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Narra: Úrsula.

-Coño. ¿Puedes cerrar la boca?- me pregunta con fastidio.

-NO. No cerrare mi boca. ¿Como la vez?- Le digo con los brazos cruzados.

-¿Que como la veo?.

-Si. ¿Como la vez?.

- Que eres una mocosa engreída y muy patética. ¿Por que no empiezas a madurar de una vez por todas?. De vez de estar jodiendome la vida todo el día.

-¿Yo patética?. Tu eres el patético-le digo con odio.

-¿Lo vez?. Hasta mi hermana es más madura que tu, y eso que es menor que nosotros.

-¿Que?. ¿Acaso tu si te crees muy maduro?-yo golpeó su hombro.

-La verdad es que si. O por lo menos eso creó yo, la verdad es que no lo sé muy bien. Pero lo que si se muy bien que soy más maduro que tu.

-Era un idiota.

-Dime algo que ya no allá escuchado antes. Vamos, te reto.

El solo se comiemza a despojar de su ropa.

-¿Que es lo que hace?-pregunto confundida.

-Quizás sea un asesino serial. O peor, un violador-me repite una y otra vez mo conciencia.

-Estamos en el lago. Me voy a bañar-me dice obvio.

El se tira al agua y me salpica propósito. Yo lo miro mal y me despojó de mi ropa, quedándome en ropa interior. Yo me tiro al agua.

-Pensé que no te meterias. Con eso de que eres tan sangrona.

- No soy sangrona. Es sólo que tu no me agradas, es todo-le digo simple.

El se comienza acercar a mi. Y de la nada junta nuestros labios, yo lo alejo un poco de mi. Pero el me toma de las caderas y me pega a su cuerpo, nuestras miradas se conecta. Y mi corazón comenzó a latir con gran velocidad, yo tomo su rostro y le planto un beso en los labios.

No sé por que lo hice. Sólo se que lo hice.

-¿Que estoy asiendo?.

Yo lo alejo de mi.

-Eres un imbécil-le digo con rabia.

-¿Que?. ¿Acaso te has vuelto loca?.

Yo me subo al puente de madera y el se sube de igual manera.

-¿Acaso tienes problemas mentales o algo parecido?.

Yo tomo toda mi ropa. Y toda empapada lo miro con odio.

-Mejor callate, tu no sabes nada de mi ni mucho menos de mi vida. ¿Sabes?. ¿Porqué no te largas de mi vida?.

-¿Porqué tu no te largas de la mia?.

-¿Disculpa?. No fuy yo la que se metió a una casa que ni me querían-le soy lo más clara posible.

-Que lastima que me odies tanto.

-Pensé que te daba igual si te odiaba o no.

- No. Lo cierto es que me da igual.

-¿Entonces?.

-Como me odias tanto y no me quieres en tu casa, tendrás que aguantarte tenerme en tu casa como quieras. Ya que no pienso hirme.

Yo le doy un gran bufido. Y toda empapada y con toda mi ropa en mis brazos, me largo lo más rápido que yo puedo de ese lugar.

Viviendo bajo el mismo techoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora