La princesa y el guerrero

La trampa

Advertencia: Contenido explicito

A Kakarotto le costó toda su fuerza de voluntad y velocidad no lanzarse hacia donde Vegeta había tocado el cabello de Milk para dejar ver la zona donde la había marcado, sin embargo, para su sorpresa (y la de Caulifla)la piel de Milk estaba inmaculada y el jadeo de incredulidad de la saiyajin le confirmaba lo que estaba viendo

–¿Ya estas satisfecho?– Pregunto Kakarotto

–Su pongo que si– Respondió el príncipe soltando el cabello de Milk que estuvo a punto de soltar un respiro de alivio –Bueno Caulifla, te espero mañana para asignarte tu nueva misión

–Pero... Pero... Majestad... Yo...

–¡Ya fue suficiente!– Grito Vegeta con evidente enojo –Me hiciste mover hasta aquí con un escuadrón y dañar la casa de uno de mis mejores soldados solo por tus estúpidas suposiciones, creo que por esta noche ya he tenido suficiente de ti, ¡Márchate ahora o voy a degradarte!– Caulifla temblaba de furia, quería replicar y exigir una mejor revisión a esa maldita bruja pero era evidente que la paciencia del príncipe estaba en su límite, así que decidió que lo mejor era obedecer sin replicar, sin embargo al pasar junto a Milk le susurro algo para que solo ella escuchara

–Esto no ha acabado, no voy a descansar hasta deshacerme de ti

–No voy a facilitarte la tarea– Respondió la terrícola en el mismo tono

–Lamento la intromisión, Kakarotto– Dijo Vegeta una vez que Caulifla y los soldados se marcharon –La reparación de los daños a tu casa saldrán del bolsillo de Caulifla

–Está bien– Respondió el guerrero –Pero espero que la próxima vez que Caulifla empiece con sus desvaríos me preguntes primero– Vegeta lo miro un momento, después a Milk y de nuevo devolvió su mirada al guerrero

–No tientes tu suerte, Kakarotto, no soy estúpido, tal vez Caulifla se equivocó respecto a marcar a la terrícola, pero soy consciente del interés que tienes en ella– Kakarotto apretó la mandíbula al escuchar esto, gesto que para Vegeta no pasó inadvertido –Esta bien si quieres jugar con ella, eso lo entiendo muy bien, pero recuerda que ante todo eres un guerrero saiyajin y primero te debes a tu raza y eso incluye mejorarla y fortalecerla

–Entiendo– Respondió el guerrero, aunque por su expresión no estaba muy contento con lo que escuchó

–Bien, te veré luego– Y el príncipe dio la vuelta y después de un momento él también se marchó quedando solos Kakarotto y Milk en casa

–Bueno, ya que mi habitación tiene un agujero enorme en la pared creo que voy a tener que dormir en otro lado– Dijo el saiyajin con su característica sonrisa

–Entonces voy a prepararte la otra habitación– Hablo Milk dirigiéndose a la puerta

–O tal vez podría pasar la noche aquí...

–No– La voz de Milk fue firme –Estuvimos muy cerca esta vez, ya escuchaste al príncipe, estas tentando tu suerte– La expresión dolida de la joven al decir esto fue evidente para Kakarotto

–Oye, tranquilízate– Le dijo llegando hasta ella y envolviéndola en sus brazos –Encontrare la forma de que Vegeta acepte lo que hay entre nosotros...

–Ya lo escuchaste, está bien mientras solo sea para entretenerte, pero para algo más...

–Eso no importa, te marque como mi compañera y ya no hay forma de que me separe de ti– Entonces recordó lo ocurrido y observo el cuello aparentemente intacto de Milk –Por cierto ¿Cómo fue que tu marca no es visible?– Pregunto deslizando el dedo pulgar por el área y viendo como este se llenaba de un polvo rojizo y la marca comenzaba a verse