EPÍLOGO

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5 años después

Bulma gimió al sentir como Vegeta mordía ligeramente la marca en su hombro, ella trato de darse la vuelta para mirarlo, pero él no se lo permitió

–Ve... Vegeta... Por favor...– Suplico mientras giraba todo lo que podía la cabeza para verlo, ambos se encontraban acostados de lado sobre la cama, desnudos con sus pieles brillantes de sudor, la científica sentía el miembro endurecido del rey rozándose contra su húmeda zona, pero sin adentrarse en su interior para aliviar su urgencia y eso comenzaba a desesperarla

–Mi compañera se ha vuelto algo impaciente... Me pregunto porque será...

–No... No juegues conmigo– Se quejó ella mientras las manos de su compañero se deslizaban por su cuerpo hasta llegar a sus senos y llenarse con ellos –¡Ah! ¡Vegeta!– Grito al sentir como este los masajeaba –Están... Están más sensibles...

–Lo sé, me gusta el cambio– Susurro con la voz enronquecida mientras mordisqueaba la oreja de Bulma arrancándole un nuevo gemido

–¿De qué hablas?– Pregunto ella con la respiración agitada –Parezco una vaca parada...

–¡No te sobreestimes mujer!– Gruño Vegeta mientras una de sus manos bajaba hasta el vientre hinchado de su compañera –No tienes idea de cómo me pone cada vez que te veo sabiendo que llevas a mi hijo en tu interior

–¿De... De verdad?

–Claro que sí, te vez radiante y feliz, sin mencionar que tu apetito sexual a aumentado y tus pechos son más grandes– Como si estuviera probando su punto llevo sus manos a estos nuevamente y los apretó provocando un gritito en su compañera y sintió como esta se humedecía más –Si, me gusta mucho los cambios en tu cuerpo, deberíamos apresurarnos para hacer otro en cuanto este nazca

–Mas te vale estar bromeand... ¡Ah!– Se interrumpió cuando el rey hundió dos dedos en su zona

–Yo nunca bromeo– Gruño mientas la sujetaba con firmeza para levantarla y apoyarla sobre sus brazos y rodillas y él se colocaba detrás de ella y enfilaba su miembro en su entrada, con sus manos recorrió el cuerpo de su compañera hasta llegar a su vientre que como por reflejo dejo sentir una pequeña patadita que le arranco una pequeña risita a Bulma y una sonrisa a Vegeta –Lo siento, Trunks– Dijo el rey –Tu padre te va a sacudir un poco– Y sin agregar nada más se introdujo en el interior de su mujer deleitándose con la maravillosa sensación de su cálido y húmedo interior envolviéndolo iniciando un vaivén algo rudo, pero no tanto como acostumbraba, aunque su compañera le había asegurado que no la dañaría ni a ella ni al hijo de ambos no quería correr el riesgo, ya recuperaría el tiempo perdido una vez que Bulma se recuperara, además, no le disgustaba compartir sexo siendo cuidadoso, podía sentir mucho mejor a Bulma sin mencionar que de verdad adoraba los sonidos que hacía.

...

–¡Esos dos son tan crueles!– Gruño Krillin entrando a la cocina de la nave topándose con Kakarotto que estaba comiendo –Mira que comer pan enfrente del hambriento

–No debiste pasar frente a la habitación del rey– Gruño el saiyajin

–No puedo evitarlo, para llegar de mi habitación hasta aquí tengo que pasar por allí precisamente– Se quejó mientras se preparaba un sándwich –Extraño mucho a 18... Y a mi hija

–Te entiendo, pero tu amiga científica insistió en que su hijo debería nacer en la Tierra, me sorprende que Vegeta haya aceptado

–No conoces a Bulma

–Y creo que así está mejor, no estoy muy contento con ella, me separo de mi familia por 4 meses...

–Eso es porque el rey Vegeta no confía en nadie más para proteger a su compañera y a su futuro hijo

La princesa y el guerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora