La princesa y el guerrero

El regreso

Kakarotto se levantó con cuidado de no despertar a Milk, aunque después de lo agotada que se aseguró que quedara con su vigorosa actividad nocturna sabía que no era un problema, se vistió rápidamente y antes de salir se paró a un lado de la cama donde la joven pelinegra dormía profundamente, se inclinó y deposito un suave beso en el casi imperceptible bulto en el vientre de la mujer y con cuidado de no hacer ruido salió de la casa

Llego al palacio en poco tiempo, no se sorprendió de ver mucha actividad, después de todo finalmente cobrarían venganza por la gran invasión de King Cold y de Freezer, para los saiyajin era sin duda un evento que llevaban esperando por mucho tiempo. Algunos soldados se sorprendieron de verlo, pero nadie hizo amago por detenerlo, al parecer ya se había corrido la voz de que Vegeta le había devuelto la libertad.

Después de un rato llego a la cámara de entrenamiento personal del príncipe, entro y lo encontró entrenando solo

–Te estaba esperando– Dijo Vegeta deteniéndose sin volverse a mirarlo

–No me sorprende– Le respondió el de cabello alborotado mientras comenzaba a tronar sus nudillos –Tenemos un par de asuntos pendientes

–¿Cómo cuáles?– Vegeta finalmente se giró a mirarlo –Te concedí el perdón y si sobrevives a la batalla con Freezer serás libre de marcharte con la esclava terrícola

–¡Ya no es una esclava! Es mi compañera y va a darme un hijo... Y tu ibas a matarla

–Conocías la ley, fuiste tú quien la puso en riesgo, estaba dispuesto a mirar para otro lado y dejarte que la conservaras

–¿Y vivir como Broly? No gracias, además, creo que estas siendo algo hipócrita "alteza"

–¿De qué demonios estás hablando?– Gruño el príncipe

–Mis sentidos son tan agudos como los tuyos, el día que irrumpiste en mi casa alentado por esa bruja de Caulifla tenías un aroma muy particular impregnado en la piel– Kakarotto vio con satisfacción como Vegeta apretaba la mandíbula en una casi imperceptible señal de alarma –Pero yo reconocí ese aroma, es el de científica terrícola, estoy seguro que te la estabas tirando justo antes de salir a reclamarme por hacer lo mismo

–¡Cierra la boca, insecto!– Grito molesto –A diferencia de ti yo no sobrepase los límites y no la embarace...

–Pero saliste corriendo tras ella

–Eran unos fugitivos que escaparon del planeta...

–A diferencia de ellos yo si conozco las leyes, se supone que si un esclavo logra salir del planeta se le concede la libertad por haber logrado la azaña de evadir el sistema de seguridad y a los guardias

–Esa mujer es necesaria para fortalecer al planeta

–¿Eso te dices para tratar de convencerte? Casi matas a mi compañera por ser de otra raza, pero tu deseas a una mujer que no es saiyajin, pero eres lo suficientemente necio para mantener una ley que para lo único que sirve es para asegurar el fin de la raza que tanto deseas preservar

–¡Suficiente! Parece que has olvidado a quien le estás hablando y con gusto voy a recordártelo– Y Vegeta se lanzó sobre Kakarotto quien detuvo su ataque, pero de la misma forma Vegeta bloqueo el suyo, rápidamente fueron moviéndose a una velocidad asombrosa por toda la cámara intercambiando ataques y bloqueando y recibiendo golpes por igual

–¿Por qué no solo revocas esa ley? Solo sirve para fastidiar a tus mejores guerreros, como el legendario, por ejemplo

–Se supone que debemos fortalecer la raza y no perjudicarla