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31 de Octubre de 1981
Si le preguntaban a Tom cuál era su pasatiempo favorito, habría puesto los ojos venenosos que tanto miedo infundían, y contestaría con una sencilla palabra: justicia.
No sólo para él, y el mundo de honor que le fue arrebatado desde el momento que su madre le abrió sus piernas a un muggle, sino para las personas que ganaron su respeto en su vida.
Justicia para Sancus, a quien le quitó la oportunidad de volverse el mago más poderoso, y lo apremió al otorgarle un puesto de suma importancia en MACUSA.
Justicia para Lucretia, a quien su familia la desposó con un hombre golpeador y abusivo, y Riddle la liberó de su tortura al enviar al mago a una misión que acabaría con su vida, haciendo de su esposa una viuda feliz.
Justicia para Damon, quien junto a su tía, Vinda Rosier, encontró una nueva misión para distraerse y comenzó a volcar a los últimos acólitos de Grindelwald a su causa. De su vida entre las sombras, su esposa le regaló un vástago: Felix Rosier.
Justicia para Abraxas, quien poco entusiasmo tenía en contraer nupcias, y el Señor Oscuro le presentó a la mortífaga que lo haría cambiar de parecer, concibiendo más tarde a su primogénito: Lucius.
Justicia para Rufus, a quien le arrebató la chance de unirse a un equipo de Quidditch, y ahora lideraba el Departamento de Deportes y Juegos, junto a su hermano menor, Rabastan. Pudo superar a Lucretia y casarse con una preciosa bruja de Croacia.
Justicia para Walburga, a la que sometieron a enrollarse con su primo segundo, y su líder la dejó comandar sus tropas en su ausencia. Perdió seis embarazos en su juventud, pero dos de ellos fueron un éxito: Regulus y Sirius.
Justicia para Phoenix, que del camino a joven adicto y Casanova, Riddle lo rescató y lo convirtió en su propio sicario personal. Alguien que con tanta furia y tristeza acumulada, encontró confort en masacrar a los enemigos.
Justicia para Thantos, quien creyó con firmeza que jamas volvería a sentir su corazón palpitar por otra mujer. Tom lo mandó a estudiar a una universidad en Australia, donde conoció a una bruja, una segunda oportunidad para su traumada cabeza.
Justicia para Olive Hornby, a quien todos despreciaban, pero Riddle fue misericordioso y la ayudó a conquistar de vuelta a la única mujer por la que quería seguir viviendo. Era lo mínimo que podía hacer, sabiendo que Myrtle Warren la tildó de asesina en lugar de a él.
Justicia para Victoria, a quien pudo salvar luego de la destrucción de Laverna. A pesar de que la maldición no la dañó, la argentina se sentía vacía sin ninguna de sus amigas, así que la unió con Hornby en secreto.
