cap 58

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Frente a una inmensa puerta roja se encontraban nuestra Alteza junto a sus acompañantes que estaban a su lado mirando sin comprender como habían llegado ahí.

Aria miraba detenidamente esa inmensa puerta, era la segunda vez en estar frente a ella, y a pesar de siempre encontrarce segura y calmada, está vez tenia miedo. Miedo de que sea una ilusión, que sólo sea un sueño, aún así no podía quedarce todo el día mirando la puerta, ya era hora de acabar esa etapa que había quedado marcada en su corazón.

Ya no lo pensó más y abrió la puerta de par en par con un solo movimiento de su mano, y procedió a entrar al lugar, estaba todo como recordaba, finos pisos de mármol blanco y todo tipo de decoraciones en color rojo, lo único distinto ahora es que ella no manchaba nada el lugar.

[...]

- por alguna razón a parte de tu memoria siento que te falta algo, no tienes esa misma aura que antes - hablaba Destino mirando al joven que se encontraba en medio del salón. - por culpa de ustedes casi todo mi poder lo usan las moiras, no puedo hacer mucho pero esta vez yo acabaré completamente con tu vida - decía mientras empuñaba la espada que alguna vez uso bella por orden suya.

Pero antes de que la espada llegue al joven una mano la detuvo, está perteneciente a Aria que llegó justo a tiempo para ver eso.

- los años te afectaron no - dijo Aria en tono burlón al ver como la anterior belleza peli rosa ahora tenía más arrugas que hace miles de años.

Destino estaba molesta que la interrumpieran, y peor que fue de nuevo esa joven - lastima que no tardaste un poco más, haci te daba su cabeza como regalo.

Aria la fulmino con la mirada, otra vez tener que verla no le parecía algo que quisiera repetir.
A pesar de no estar cubierta de sangre en este momento como hace tanto, ella se sentía igual, sus manos fueron manchadas por incontables personas aún así no tenía remordimientos hacia ello, y porque estarlo cuando esa sangre pertenecía a simples violadores o asesinos que mataban sin remordimiento alguno, ella no era humana por lo tanto ser una justiciera le venía bien. Y tener ahora la sangre de Destino no le parecía mala idea.

Antes de que Aria pudiera acercarce a Destino sintio como una mano tomaba la suya, por lo que voltio hacia quien la sujetaba y pudo ver como los ojos del joven estaban entre abiertos y algo adormilado susurro - Ariadne.

Los ojos de Aria se pusieron cristalinos aún así no se permitió llorar. - estas devuelta Allendis.

El joven volvió a cerrar sus ojos, se encontraba exhausto por el gran dolor de cabeza que estaba teniendo. Sus recuerdos poco a poco volvían a él.

- ustedes cuidenlo y si le pasa algo habrá consecuencias - amenazó Aria mirando a sus acompañantes.

Estos asintieron, y rodearon al joven, aún así no sacaron de su mente el gran parecido que tenía cuando Aria tenía su pelo de color blanco.

Crepusculo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora