cap 45

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El nacimiento de Destino, surgió cuando el hilo rojo de los mellizos desapareció para la vista, sólo que aún podía sentirce o por lo menos ellos si podían saber que aún seguía ahí.
Destino creo a las moiras para ayudar a cumplir el destino de todos, tanto humanos como dioses, sólo que ella era muy codiciosa en el fondo, y quería más poder para poder manejar por completo a los destinos de todos, decidir al 100% sobre las vidas y muertes de todo.

Su búsqueda de más poder la llevo a pensar en capturar a esos hermanos con una belleza única pero no era nada impresionante, y eso era porque ellos no dejaban ver su apariencia real completamente. Destino los veía muy raramente cuando ellos salían y que su hilo rojo era el único que no se entrelazaba en ella, por lo que no podía saber nada de ellos.

Pero pronto se dio cuenta que era muy difícil poder acercarce a ellos si se encontraban juntos, después de años y años de vigilarlos supo que el poder de los hermanos sólo era menor cuando se encontraban solos, por supuesto que los mellizos lo sabían pero aún así Destino no resultaba una amenaza para ellos por lo que no le prestaban atención.

[...]

- donde estoy - pregunto bella, mirando desconcertada el lugar donde ahora estaba, recordaba ser advertida de que no tocara la fuente y que aún así lo hizo, y luego desmayarce.

Bella se encontraba en un gran cuarto lleno de hilos rojos por todos lados que se conectaban unos con otros pero todos saliendo de un gran espejo, por lo que al saber de dónde salían busco el otro extremo de los hilos, llevando su vista hacia donde se encontraba una chica de aparente 22 años con una gran cabellera rosa ondulada, los ojos de esa joven la miraban con burla.

- quien eres - pregunto temerosa al no saber donde estaba.

- esos modales niña, primero deben presentarse para luego pedir el nombre. - bella iba a reprochar el comportamiento engreído de la chica pero la peli rosa notando eso movio su mano provocando que el hilo conectado con bella brillará y ella no pudiera hablar - bueno pero no te traje para esas preguntas, quiero que me ayudes con algo y yo te daré lo que quieres - bella sólo fruncio el ceño molesta - yo creo que no lo negarás, si me ayudas te condere la inmortalidad que tanto deseas, y lo único que debes hacer es hacer que ese chico venga a mi - señaló al espejo, bella volteó y pudo apreciar, a un joven de pelo blanco que se encontraba sentado en el suelo mientras pintaba, era muy guapo pero bella por alguna razón se le hacía conocido sólo que no pudo descubrir a quien. - bien cual es tu respuesta niña -  pregunto mientras devolvía la voz a bella.

Bella aún estaba dudosa, pero por extraño que le pareciera que de repente se sintió con más confianza hacía la joven frente a ella - sólo debo traerlo - pregunto, la peli rosa asintió.

- es algo fácil, y podrás obtener lo que siempre quisiste.

- lo are.

Lo que bella no sabía era que la joven más bien Destino, había echo unos pequeños arreglos con su hilo, igual que con los de los Dioses.
Y Destino no sabía donde se metía y tampoco lo entendera nunca.

Crepusculo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora