cap 51

1.3K 99 5
                                    

Cuando todo comenzó era una mañana muy tranquila, no corría el viento y los océanos estaban tranquilos sin turbulencias, pero de un momento a otro las nubes cubrieron toda la tierra, empezó a llover torrencialemnte, y cada gota de lluvia parecia representar el propio dolor de Ariadne, la tierra lloraba por su creador, y por lo que se avecinaba, la muerte también de su otra creadora.

Cuando todo comenzó era una mañana muy tranquila, no corría el viento y los océanos estaban tranquilos sin turbulencias, pero de un momento a otro las nubes cubrieron toda la tierra, empezó a llover torrencialemnte, y cada gota de lluvia parecia r...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ellos nacieron como uno, y como uno morirían, llevándose todo a su paso así debería ser todo.

[...]

El pelo de Ariadne empezaba a cambiar lentamente desde las raíces a la punta, tomando el mismo color que el de su mellizo. Sus ojos tomaron un intenzo color Escarlata y sus lágrimas se convirtieron en sangre, un cambio que sólo se produjo al sentir que su mitad se desvanecia lentamente.

 Sus ojos tomaron un intenzo color Escarlata y sus lágrimas se convirtieron en sangre, un cambio que sólo se produjo al sentir que su mitad se desvanecia lentamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Hermano parece que sólo me queda destruir esto, no quiero y tampoco puedo tener un mundo donde no estés - hablo ya con su voz más tranquila.Si
- esperame sólo unos segundos más y volveremos a estar completamente juntos - miro a su hermano en brazos y apoyo su cabeza en el pecho de este.

El cuerpo de Ariadne empezó a emanar una completa oscuridad, que poco a poco envolvió a la tierra, cada ser se encontraba aterrado ante la vista, un cielo completamente negro y la lluvia que no paraba y el viento empezó a arrazar todo a su paso, no fue buen presentimiento para nadie.

Ariadne estaba lista para destruir todo, pero al momento de hacerlo todo se detuvo, el viento paro, la lluvia se detuvo, sólo seguía la completa oscuridad.

Ella levanto la vista, sabía que algo que ella este por hacer sólo podía ser detenido por muchos otros como ella, por lo que con su oscuridad envolvió a su hermano para que nadie más lo viera.

Todo lo que pudo apreciar era que varias mujeres y hombres de un gran aspecto imponente se presentaron ante ella, la belleza de estos era inmensa pero por alguna razón no se los podía comparar con la de los mellizos.

- mira que tener que tener a tantos creadores para sólo detener el tiempo en tu mundo, fue impresionante - dijo uno joven con un aspecto de un niño de 12 años. - nunca vi alguien con tanto poder, ni siquiera con unos pocos ancianos fue suficiente para hacerlo al instante.

- que quieren - pregunto fríamente, mientras que los presentes sintieron un escalofrío por todo su cuerpo.

- hasta a mi me dio miedo - las mujeres presentes asintieron de acuerdo.

- creo que eso lo sabes bien - insinuó el niño divertido, aún así su mirada parecía congelar al que la viera.

- y yo creo que deberían saber bien cual es mi pregunta, no pueden detener la destrucción de este mundo por eso trajeron a tantos.

Todos los presentes no dijieron nada, ya que era verdad es tanta la fuerza de Aridne que lo único que lograron a duras penas fue detener la destrucción por un tiempo.

- Ariadne destruir no es tu única salida - hablo un hombre que parecía ser el más mayor de todos. Y eso era lo único que podía hacer, darle otra oportunidad al mundo de los mellizos - sabes que no podemos dejar que los mundos creados se destruyan.

- si quiero no me detendrán y lo saben bien, puedo notar como se están agotando de mantener el tiempo - dijo mirando a todos. - pero pueden relajarse no are nada aún.

- gracias - dijieron algunos algo incómodos al sentir como la presión que les estaba dando mantener todo en control se desvaneció.

- pero esa única salida que me decís, tiene que existir mi hermano o si no no dudare en destruir esto.

- lo sabemos, este mundo siempre necesitará 2 creadores, y hay un modo de que siga así.

- puedes estar con tu hermano de nuevo, obvio que con vida, pero tengo que decirte será muy doloroso y riesgoso para ti, tanto psicológicamente como físico.

La enorme sonrisa de Alendis paso por la mente de Ariadne por lo que sus ojos no demostraron duda cuando respondió - are lo que sea, mientras el pueda estar bien.

- el nacerá de nuevo, pero no sabemos en qué momento tal vez días meses o años pasen antes de que nazca. En cambio tu cuerpo Ariadne será como el de una niña pequeña y el dolor que produce al no tener a tu mellizo será el doble deberás soportarlo hasta que lo encuentres algun día.

- debe haber algo más - dijo sería, al notar como dudaban en decir lo siguiente.

- inteligente, aparte de eso tus recuerdos serán sellados junto a tu sangre, porque o si no esa sangre destruirá tu cuerpo y tus recuerdos el alma de tu hermano. Pero si alguien se atreve a usar tu sangre sellada recuperaras todos tus recuerdos y si no encuentras a tu hermano en ese tiempo ya sabes que pasará.

[...]

- ¡para que traes otra! - reclamo una señora viendo como su esposo traía una niña de unos 4 años con un hermoso pelo blanco y ojos grises.

- no ves lo rara que es, tal vez nos salga mucho - dijo mirando a la niña que había recojido en la calle.

- pero será otra boca para alimentar mientras.

El hombre la ignoro y quedo mirando a la niña con ojos morbosos -Como te llamas?

- Aria - dijo dudando.

Crepusculo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora