cap 64

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- nunca pensé en que adopatarias un niño y lo más importante uno de su especie. - dijo Alendis que se encontraba apoyado en la espalda de su hermana cansado de que su melliza lo haya sacado a correr por un buen rato.

- nuestras creaciónes son casi  nuestros hijos - realmente sabe a qué va el tema, pero a su vez quiere que él vea más que sólo a su especie.

- sabes bien que no es lo mismo, ese niño tiene tus genes es prácticamente un Dios y no se en que se basará su poder.

- no te preocupes inesesariamente, debes verlo mejor, no es un mal niño además, ¿un Dios? Lo es, pero ve más haya de su apariencia y sabrás cual es su poder. - Aria dirijio su cabeza hacia la dirección donde se encontraba jugando su hijo.

Alendis siguió su mirada y prestando más atención como su hermana le dijo, se dio cuenta que el niño no tiene un poder destructivo y la verdad incluso si lo tuviera sería fácil desacerce de él, y eso era algo que no quería, sabía bien cuanto ama Aria al niño. Y por cosas del destino ese niño no será ni un problema. - así que Dios de la...

- ves significa que tengo menos trabajo - interrumpió Aria.

- ese no es tu trabajo de igual forma. Es un interesante poder espero que ayude bien a todas las especies.

- se que lo hará - afirmó.

[...]

Por otra parte Paul ya casi completaba el anillo. Estaba muy feliz de poder callar a todos lo que decían que aún necesitaba el anillo, pero era más su felicidad de saber que se lo daría como una promesa de eternidad a su amada.
A pesar de saber el origen de Aria eso no lo detenía, el amor podía más, aceptarla fue lo más fácil.

[...]

- ya es hora de que volvamos - hablo Carlisle.

- entiendo, el avión ya los espera y sus maletas ya están guardadas.

- nos extrañarás verdad - dijo dramático emmett.

- luego devolveré estos libros - dijo Jasper contento de haber encontrado libros de historia tan antiguos que le llamaron la atención.

- por supuesto, igual pueden venir cuando quieran, espero que consideren este lugar como un hogar.

- lo aremos - respondieron los cullen.

Alendis y Aria se miraron un segundo y asintieron.

- Ros - Aria sonrió y se acercó a su mejor amiga y hermana - aún deseas ser una ancianita.

Rosalie fruncio el ceño sin saber de que iba su pregunta.
Alendis miro a su hermana y negó divertido.

- eso es algo que deseo con el alma aunque creo que ya no tengo uno - le respondió algo confundida y triste al saber que es prácticamente un cadáver.

- entonces no necesito algo más - dijo sabiendo ya que ese deseo de Rosalie era tan importante y uno que le traia tristeza.

Alendis se acercó a Aria cada uno tomando una mano de rosalie, y el pequeño Liam se puso entre medio de ellos juntando sus manos.
Cada uno de los mellizos depositó un beso en las manos de Rosalie, dejando así su promesa.

Aria y Alendis miraron a Liam que de sus manos salió un pequeño hilo dorado que se ató al dedo meñique de Rosalie y Emmet, igual este hilo no era visible para nadie más que sólo ellos tres.

- te prometemos una felicidad eterna, bendecida de la belleza misma. - dijieron los 3 a la vez.

- cuida nuestro pequeño regalo - le dijo Aria.

- a que se refieren y como que bendecida de la belleza. - pregunto mirandola fijamente.

Aria miro el estómago de Rosalie y sonrió, pero su mirada duro muy poco y levanto la vista - la explicación es fácil, la belleza de este mundo aveces le gusta bendecir a una mujer para que muestre la belleza misma que este mundo puede dar.

- sabía que mi mujer es la más bella de este mundo - dijo con una enorme sonrisa emmet mientras que miraba con amor a su esposa - igual no te preocupes también eres hermosa Aria pero no puede ganarle a mi esposa.

- y tu no puedes ganarle a mi Paul - Aria sonrió notando como su prometido se ponía rojo.

- ¡mamá! - grito feliz Liam mientras levantaba sus brazos para que lo alce, Aria lo alzó rápidamente, no podía negarce a tremenda ternura - lo hice bien?

- lo hiciste muy bien pequeño.

- ayudaras a la tía Emily? - pregunto el pequeño lleno de expectación, y es que se llevó muy bien con la mujer esos días que estuvo en el castillo.

- por supuesto que la ayudará - le respondió Alendis.

Aria se acercó a Emily - puedo? - le preguntó mirando su mejilla.

Sam se interpuso cuando noto donde quería tocar Aria, pero Emily negó. - dejala, sabes que no me ara daño.

Aria le sonrió y toco su mejilla, logrando que su enorme cicatriz desapareciera lentamente ante la vista de todos - con o sin cicatriz sigues siendo hermosa Emily, es tu regalo de bodas, serás una magnífica novia.

Emily llevo su mano a su cara, notando como su piel antes desgarrada, ahora se sentía tan lisa y suave, sus ojos se llenaron de lágrimas  y no podía ocultar su felicidad en sus ojos. - gracias - logró responder mientras era abrazada por Sam.

Crepusculo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora