cap 38

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El inmenso castillo parecía tan apagado sin vida, cada luz estaba apagada y porque no estarlo? Todos lo que ahí vivían pasaban un buen momento en las calles con sus familias, pareja o amigos.

Y así es como le gustaba a Aria que cada uno viva feliz, aunque su otro yo también estaba feliz así, ya que le gustaba las personas que luchaban y vivían el día a día.

- no estas haciendo nada malo - se dijo para si misma bella. Al estar frente a la gran puerta intento abrirla más está no cedía, por lo que uso toda su fuerza logrando abrirla pero en ese intento las espinas que rodean la puerta le causó unas heridas.

Al poder apreciar más el lugar, este no era como un cuarto, no había ni un techo que tapara el cielo, si no más bien dejaba una gran vista.

Todo el lugar parecía un gran bosque con diversos árboles, que de sus ramas caían enredaderas, que si las contarás serían miles cada una perteneciente a cada habitante, pero lo peculiar es que no todas tienen flores, esto es sólo porque floreceran cuando su dueño muera y la especie de flor que nacera en ellas depende de sus gustos o de cual los representaba.

También pudo apreciar como cada árbol contenía en su tronco algún apellido, dando a entender que seria para las distintas familias y sus descendientes.

Por todo el lugar se podían encontrar caminos circulares echos de piedra las cuales parecían tener luz propia, más aun estas rodeaban a los distintos árboles aún así todas se conectaban por otro camino que si lo seguías te llevarían al centro del lugar.

Bella sólo se detuvo unos segundos al ver la diversidad de las flores, aún así nada de eso le interesaba, había algo que la alentaba a seguir.

Sus pasos se volvian más pesados en cada paso que daba, pero ella no lo notaba e incluso si ese fuera el caso no se detendría.

Después de unos minutos de caminar sus ojos pudieron distinguir una hermosa fuente, la cual dirías que contiene una hermosa agua cristalina pero su gran olor metálico te ara dudar de lo que realmente es.

Encima de la fuente y sin parecer importarle mojarce o algo, se encontraba de espaldas a bella, una chica con un largo pelo negro, este se encontraba completamente suelto moviéndose lentamente con la brisa que entraba.

Bella se detuvo en seco, pensaba que no debería haber nadie en el lugar, pero esa espalda y aunque el color de su pelo es distinto parecía muy familiar. Aún dudosa pregunto
- quien eres? - la chica no respondía - no deberías estar aquí - la joven río un poco, cosa que molesto a bella - se que me escuchas.

- eres molesta - le respondió sin mirar atrás, su tono tan frío parecía sin sentimientos y eso la asustó un poco - soy sólo una ilusión, pero se bien que la que no debe estar aquí eres tú. Aunque hoy estoy de buenas y te daré está advertencia no toques está fuente y vete antes de que perciban que estas aqui.

- no me iré, además si eres una ilusión porque debería creerte. - alzo la voz sólo ganando que la chica vuelva a reír, su risa era muy encantadora más aún no puedes percibir nada de ella.

- veo que estas tan decidida a morir, aún así no me importa tu insignificante vida.

- eres una ilusión sólo cállate y as lo que tengas que hacer. - bella estaba un poco sorprendida de hablar así más aún no le importa.

- lo que tengo que hacer eh, solo espero a que ella tenga que recuperarme o debería decir yo.

Bella no entendía nada de lo que la chica hablaba y pero pensaba que si era una ilusión en su cabeza por el miedo que antes tuvo al entrar.

Sin importarle que antes la hubieran advertido se acercó a la fuente y tocó el agua.

- te lo advertí - dijo cuando noto que producía el agua en bella.

Crepusculo (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora