Pasaron esos dos días y todo estaba listo, no había espacio para los errores. El cielo había tomado su bello color celeste y adornado con bellas nubes.
En frente del castillo se encontraba un bello podio de cristal, y frente a ella se encontraba Paul nervioso pero no lo desmotraba mucho. Estaba vestido con un traje negro, una camisa blanca y corbata, y en su bolsillo delantero se encontraba una Lycoris radiata, cosa que el no sabía porque, pero era simple le pusieron esa flor para combinar con el vestido de la novia y además que es un familiar de ella.
- Nervioso verdad - le hablo Alendis.
- la verdad si, siento que me caeré - dijo sinceramente.
- como vas a caerte - rio Alendis. - esperaría eso de ella no más.
- aún así eres si familia no la traeras al altar?
- acaso ves que me veo como su padre - dijo en tono burlón, pero Paul lo miro seriamente. - en realidad no creo que sea necesario, ella ya tiene a alguien a quien trata como un padre, y además yo prefiero ser él que los declare como esposos.
[...]
- Estas lista - pregunto Carlisle mirando a Aria.
- lo estoy - sonrió.
- ya es hora.
Aria junto a su padre se encontraban caminando lentamente hacía el altar, con sus oídos super desarrollados podian escuchar claramente el sonido del piano anunciando la entrada de la novia.
Paso a paso Aria podía notar las miradas de admiración y cariño de los presentes, escuchaba los susurros de las más pequeñas diciendo que claramente se veía como las princesas de los cuentos y también escuchaba como sus madres las regañaban diciendo que estén calladas. Un bello sonido la cautivo, era una nueva vida que se estaba formando lentamente, una con un alma tan pura y cálida, Aria miro hacia la dirección de ese sonido dejando a su vista a una bella mujer con su largo cabello dorado que se encontraba abrazada de su enorme esposo.
Todo el lugar era hermoso, los invitados no necesitaban ocultar sus naturalezas por lo que se podía notar claramente las características de sus especies, el camino por donde pasaba se encontraba lleno de pétalos de flores de todos colores, y en los costados de ese camino en dos ileras de flores licorys radiata se hallaban muchas mariposas revoloteando sobre estas. Y antes de llegar al podio había un gran arco de flores.
- espero que seas muy feliz - le dijo carlisle cuando la entregó a Paul.
Este no podía apartar su mirada de lo hermosa que estaba Aria con su elegante vestido rojo y su peinado simple pero elegante, sus ojos brillaban de emoción y amor al verla.
- te ves hermosa.
- y tu no te quedas atrás - le respondió.
[...]
- cuando al fin se encuentran dos almas destinadas a estar juntos, están resuenan en una bella sintonía que no siempre puede ser oída fácilmente, pero la pareja puede sentirla, y es lo que denominan amor, y esto es lo que pasó con ellos. Sus almas es lo más puro de una persona más bien Dios y lobo - Aria lo miro divertida - hoy estamos presenciando la union de estas almas en matrimonio. Hicieron sus votos verdad? - pregunro mirando a ambos. La pareja sólo asintió.
- hoy frente a todos los presentes me entregó a ti, para compartir mi vida contigo por la eternidad misma, pasaré cada momento contigo, si lloras estaré ahí para consolarte y ofrecer mi ayuda, si ríes seré feliz por ti, cada día será una nueva página de nuestro libro sin fin.
- frente a los presentes y la tierra misma, doy mi promesa eterna, te amaré toda la vida, cuidare cada sentimiento y te apoyaré en buenos y malos momentos, este mundo le pertenece a cada habitante pero espero que me ayudes a cuidarlo ya que es una esencia mía, mis deberes son muchos pero para las personas que amo siempre habrá tiempo y tu que ocupas un lugar importante en mi corazón, hoy me entregó a ti como tu esposa y compañera de vida.
- Paul Lahote aceptas como esposa a Ariadne the infiniti para amarla y respetarla en la salud y enfermedad para toda la vida. Aunque no se enferme y es la primera vez que digo nuestro apellido a que es hermoso. Pensó
- aceptó.
- y tu Ariadne the infiniti aceptas como esposo a Paul Lahote para amarlo y respetarlo en la salud y enfermedad para toda la vida.
- aceptó.
- yo los... - Aria miro divertida a su mellizo y este paro al verla y pregunto - que pasa?
- no crees que te olvidaste algo - le respondió. Todos los presentes también trataban de acordarse que pudo haber olvidado. Aria miro su mano cosa que noto fácilmente Alendis.
- Ahhh los anillos. Hump - aclaró su garganta - Liam puedes traerlos?.
Liam no tardó nada en llevar los anillos. Y posicionarse frente a su madre y Paul.
- bueno se podrán el anillo o no.
- que clase de padre eres? - le preguntó Aria.
- ni uno - respondió restandole importancia.
Paul se divertia con las interacciones de ambos y no se molestaba con el acto de ahora, lo único que importaba era ver feliz a su amada. Tomo delicadamente el anillo que tanto costo hacer. Este encajó perfectamente en el dedo de Aria era muy obvio que fue diseñado especialmente para ella.
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Aria tome el anillo perteneciente a él, y cuidasomanete con temor a dejarlo caer logró ponérselo a su amado.
- bien - asintió Alendis - sus anillos son la promesa física de sus votos. Y ahora si, yo Alendis los declaró esposo y esposa, puede besar a la novia.
No dije marido y mujer porque no quedaba, ósea ya eras mujerantesdecasarte, y el términoparecíamuy raro, acasoseriasmujersólo si te casas?. Hablo sobre sus quejas Alendis mentalmente, cosa que sólo escucho Aria.
Jaja no te enojes, además me gusta más tu narración.
Alendis sonrió y asintió. El sabía que no podía estar equivocado.
Paul que no estaba enterado de la conservación mental de los mellizos, se acercó lentamente a los labios de su ahora esposa y los beso tiernamente, cosa que Aria respondió inmediatamente. Dejando así su promesa sellada por la eternidad.
